Mientras la tecnología mejora la dinámica del deporte dentro y fuera del campo, los riesgos de ciberseguridad aumentan, exponiendo a los clubes a posibles pérdidas económicas y reputacionales.
La tecnología ha encontrado su camino en diversas industrias, y el fútbol no es la excepción. Los clubes de fútbol han integrado herramientas tecnológicas para mejorar el scouting de jugadores, analizar el rendimiento de sus equipos y ofrecer experiencias únicas a sus aficionados. Sin embargo, esta modernización también los ha puesto en el punto de mira del cibercrimen, que busca aprovecharse de la información sensible y crítica que manejan estas instituciones deportivas para obtener beneficios económicos.
ESET, una empresa de detección proactiva de amenazas, examina cómo la tecnología ha impactado a los clubes de fútbol y los riesgos de ciberseguridad que enfrentan. En el campo de juego, la tecnología se ha vuelto indispensable. Por ejemplo, el uso del VAR (Video Assistant Referee) ayuda a revisar decisiones arbitrales para minimizar errores e injusticias. En el scouting, el análisis exhaustivo de jugadores es posible gracias a herramientas tecnológicas que identifican talentos adecuados para los objetivos del equipo.
Los clubes también utilizan tecnología avanzada para el análisis táctico, manejando datos que proporcionan una visión profunda del rendimiento de los atletas, las estrategias de los rivales y la planificación estratégica. Los futbolistas llevan rastreadores GPS, pulsómetros y otros dispositivos para medir su rendimiento y condición física, ofreciendo información en tiempo real sobre sus movimientos y niveles de forma física.
Además, las instituciones deportivas aprovechan la tecnología para ofrecer servicios extras a sus aficionados a través de aplicaciones móviles, realidad virtual y realidad aumentada, brindando contenidos exclusivos y experiencias inmersivas.
Sin embargo, la introducción de la tecnología en el fútbol también ha abierto la puerta a diversos riesgos de ciberseguridad. Los datos personales son el nuevo oro para los cibercriminales, y los clubes de fútbol manejan una gran cantidad de información confidencial en sus sistemas. Esta incluye informes, análisis, estrategias y datos sensibles de jugadores. Los ciberdelincuentes podrían obtener acceso a cuentas y transacciones financieras, provocando pérdidas económicas considerables. También podrían realizar ataques de ransomware que interrumpan la operativa del club o ataques DDoS (denegación de servicio distribuido) que caigan sitios web, afectando la venta de entradas y la transmisión de partidos.
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Un ejemplo de la vulnerabilidad de los clubes es el caso del Manchester United, que en 2020 fue víctima de un ciberataque. Aunque el club aseguró que todos los sistemas críticos para la celebración de partidos en Old Trafford seguían operativos, el impacto del ataque fue significativo. El Manchester City también sufrió una filtración de datos en 2013, específicamente en su base de datos de scouting mundial.
Más recientemente, la Real Sociedad confirmó un ciberataque en octubre de 2023, que afectó a servidores que almacenan datos sensibles de sus abonados y accionistas. El club recomendó a los afectados revisar sus cuentas por posibles movimientos extraños. El Paris Saint Germain también fue víctima de un ciberataque en abril de este año, que impactó su sitio web y sistema de venta de entradas. El club contactó a las personas de su base de datos para informarles sobre el incidente.
ESET advierte que las consecuencias de un ciberataque para un club de fútbol pueden ser graves: desde daños a la reputación y pérdida de confianza que afecten acuerdos de patrocinio, hasta pérdidas financieras directas por pagos de rescate o restauración de sistemas. También pueden haber repercusiones legales por violaciones de datos personales, resultando en multas o demandas. En el ámbito deportivo, la filtración de tácticas, estrategias y datos sensibles de jugadores puede representar una ventaja competitiva significativa para los rivales.
La integración de la tecnología en el fútbol ha traído transformaciones positivas, impactando en el rendimiento de los jugadores y la experiencia de los aficionados. Sin embargo, los clubes deben prestar atención a los desafíos de ciberseguridad. Proteger su información y sistemas debe ser tan prioritario como fichar al mejor jugador en el mercado de pases, dijo Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
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