El 92,8% de los consumidores abandonan una transacción en línea cuando se les solicita un código de un solo uso (OTP) en un dispositivo al que no tienen acceso en ese momento.
El Black Friday dejó de ser un fenómeno local para convertirse en un evento global de compras, impulsado por el creciente comercio electrónico internacional. Este día de compras masivas genera una presión significativa sobre los sistemas de pagos transfronterizos, ya que los consumidores buscan opciones rápidas, seguras y personalizadas, mientras las empresas intentan mantener una experiencia fluida a pesar de los desafíos tecnológicos.
Según un estudio realizado por D24, proveedor global líder en soluciones de pago, se espera que los pagos globales generen un crecimiento de US$700 mil millones adicionales en ingresos, alcanzando un total de US$3,1 billones para finales de 2028. Sin embargo, las marcas que operan en la región aún deben enfrentar importantes obstáculos, como la ansiedad de los consumidores al realizar transacciones internacionales o incluso su decisión de evitar realizar compras en línea. Ante este escenario, la clave para mejorar la experiencia de compra durante eventos como el Black Friday radica en optimizar los procesos de pago y reducir la fricción en las transacciones.
Verónica Pinazo, Directora de Operaciones de D24, destaca que el estudio revela la importancia de diversificar los métodos de pago. La demanda por soluciones personalizadas es evidente: un alto porcentaje de consumidores prioriza opciones de pago que se alineen con sus preferencias locales. Las tarjetas de crédito y débito siguen siendo populares en la región, pero los pagos instantáneos, como PIX en Brasil o SPEI en México, están cobrando fuerza. Estos sistemas ofrecen una mayor comodidad y rapidez, siendo especialmente demandados durante compras menores. Por lo tanto, los minoristas deben considerar integrar múltiples alternativas de pago que incluyan tanto tarjetas como sistemas de pago instantáneo, garantizando así que los clientes puedan completar sus compras sin obstáculos.
Otro aspecto fundamental, según Pinazo, es anticiparse a posibles tiempos de inactividad en los sistemas de pago. Durante eventos de alta demanda, el tiempo de inactividad puede resultar costoso. El estudio de D24 revela que un número significativo de minoristas en la región experimenta interrupciones en sus pasarelas de pago debido a mantenimiento o actualizaciones no programadas. La falta de capacidad para notificar a los clientes o proporcionar alternativas de pago en estos momentos es un punto crítico. Las plataformas basadas en la nube con escalabilidad automática, junto con simulaciones de tráfico elevado, pueden ayudar a mitigar estos riesgos y garantizar que los sistemas sigan funcionando sin interrupciones, incluso en los picos de ventas.
Finalmente, reducir el abandono de compras es otro reto clave. Según el estudio, el proceso de pago puede resultar engorroso cuando se solicitan demasiados detalles personales o cuando los consumidores se ven obligados a cambiar de dispositivo o pantalla para completar su transacción. La adopción de soluciones de pago más simples y la eliminación de procesos adicionales, como la verificación en una segunda pantalla, puede ser determinante para mantener la atención del cliente y evitar la deserción durante el proceso de compra.
Al minimizar la complejidad y optimizar la velocidad de carga de las páginas, los minoristas pueden aumentar significativamente las tasas de conversión.
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