Con una inversión de US$200 millones, se implementarán plataformas digitales, conectividad y programas tecnológicos que beneficiarán a más de un millón de estudiantes y 90.000 docentes.
El reciente financiamiento aprobado por el Banco Mundial para Costa Rica representa un paso significativo hacia la modernización tecnológica del sistema educativo nacional. Este proyecto, titulado Resultados en Educación para Costa Rica, se enfocará en la implementación de herramientas y programas que no solo fortalecerán la lectoescritura, sino que también consolidarán competencias digitales y fomentarán el pensamiento computacional en estudiantes y docentes.
Una de las prioridades del proyecto es la inversión en plataformas pedagógicas avanzadas y sistemas de gestión del aprendizaje que integren tecnología de punta. Estos recursos permitirán a los 90.000 docentes y funcionarios administrativos del Ministerio de Educación Pública (MEP) acceder a nuevas herramientas digitalizadas, optimizando así los procesos educativos y administrativos. Para los 18,000 empleados del MEP, el acceso a herramientas digitalizadas transformará la manera en que se gestiona y monitorea el progreso de los estudiantes en tiempo real.
El fortalecimiento del Programa Nacional de Formación Tecnológica (PNFT) posiciona a Costa Rica como líder en la enseñanza de habilidades tecnológicas desde edades tempranas. Este programa incorpora áreas clave como algoritmos, robótica, ciencia de datos e inteligencia artificial, componentes esenciales para preparar a las futuras generaciones en un entorno laboral globalizado y digitalizado. Además, la inversión en hardware y conectividad garantizará que estudiantes de comunidades remotas, incluyendo 50,000 estudiantes indígenas, migrantes y refugiados, accedan a los mismos recursos tecnológicos que aquellos en zonas urbanas.
El proyecto también busca abordar la brecha digital mediante la alineación de esfuerzos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el cual se desarrollaron estrategias conjuntas. Esta colaboración asegura que los avances en infraestructura digital sean sostenibles y estén orientados a cerrar las desigualdades tecnológicas en las escuelas del país.
Con una inversión de US$200 millones, esta iniciativa no solo moderniza el ecosistema educativo de Costa Rica, sino que refuerza su posición como referente en la integración de tecnología en la educación. La implementación de estas estrategias será determinante para garantizar que los estudiantes cuenten con las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos de un mundo digital en constante evolución.
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