La disputa entre las empresas se intensifica con acusaciones sobre infraestructura tecnológica desactualizada tras la reciente interrupción informática significativa.
En una reciente disputa pública entre Microsoft y Delta Air Lines, el gigante tecnológico indicó que la infraestructura tecnológica desactualizada de la aerolínea fue una de las causas principales de la lenta recuperación de la misma tras una interrupción informática el mes pasado. Una carta enviada por el abogado de Microsoft, Mark Cheffo, recalca que la infraestructura tecnológica de la aerolínea no está a la altura de sus competidores, lo cual fue un factor determinante en la extensión del problema.
Por su parte, el director ejecutivo de Delta, Ed Bastian, había culpado a Microsoft y a la empresa de ciberseguridad CrowdStrike por la interrupción que, según él, le costó a la aerolínea unos US$500 millones. Bastian incluso insinuó posibles acciones legales para cubrir las pérdidas. Microsoft, sin embargo, argumentó que había ofrecido asistencia constante a Delta desde el 19 hasta el 23 de julio, pero que esta fue reducida por la propia aerolínea.
Delta Air Lines defendió su historial de inversión en tecnología, asegurando que han destinado miles de millones de dólares desde 2016 para garantizar un servicio seguro y confiable. Sin embargo, Microsoft criticó a la aerolínea por no haber modernizado su infraestructura de TI adecuadamente, lo que dificultó su recuperación en comparación con otras aerolíneas afectadas por la misma interrupción.
CrowdStrike también reconoció un error en una de sus herramientas de control de calidad que permitió que una falla crítica afectara a millones de máquinas ejecutando Microsoft Windows. Este problema detuvo las operaciones de varias empresas importantes, incluidas aerolíneas como Delta, que tuvo que cancelar más de 5,000 vuelos en cinco días, significativamente más que sus competidores.
La controversia se intensificó cuando se reveló que Delta tuvo que reiniciar manualmente 40.000 servidores debido a su fuerte dependencia de Microsoft y CrowdStrike. Además, los sistemas de seguimiento y programación de tripulaciones de Delta, cruciales para la operación de vuelos, no operan en plataformas de Microsoft, lo que complicó aún más la situación.
En respuesta a las acusaciones, CrowdStrike reiteró sus disculpas por la interrupción inicial, pero acusó a Delta de presentar una narrativa engañosa que culpaba a la firma de ciberseguridad de las decisiones tecnológicas de la aerolínea y de su respuesta a la interrupción. Ambas empresas tecnológicas han solicitado a Delta que conserve todos los documentos relacionados con la interrupción y su respuesta.
A pesar de las disputas y acusaciones cruzadas, Delta ha indicado que sus equipos de TI, operaciones y atención al cliente están llevando a cabo un análisis intensivo del evento para evitar futuras interrupciones similares.
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