La falta de respiradores en todo el mundo para atender la emergencia generada por el covid-19 ha despertado la creatividad de un grupo de expertos y profesionales guatemaltecos e israelís que se unieron para crear un propio prototipo de ventilador inteligente.
El ventilador lleva el nombre de VentiLab IG y en su diseño y fabricación unificó la experiencia de expertos en medicina de emergencia, electrónica y robótica para crear un dispositivo con diferentes tecnologías que permiten un mejor control y desempeño.
“Con el propósito de proporcionar una solución local adecuada, incluso después del covid-19, para ayudar a los servicios de ambulancias, a los hospitales públicos y privados para que proporcionen atención profesional a través de una línea de productos portátiles, accesibles, fáciles de utilizar y sobre todo, 100% fabricado en Guatemala”, se indicó por parte del equipo de expertos.
El dispositivo fabricado es un ventilador mecánico portátil de bajo costo, que permite ventilación continua del paciente y que puede incrementar su “inteligencia” y capacidades por medio de la a actualización del software integrado.
“El VentiLab IG es un producto inteligente a través de sistemas de soporte eléctrico y robótico donde el médico tendrá mucho más control sobre una correcta ventilación del paciente a largo plazo, protegiendo al mismo”, comento Ben Kook, diseñador industrial israelí.
Luego de realizar las primeras pruebas en Guatemala en el sistema SOS Ambulancias, durante el mes de abril se llevaron a cabo los próximos estudios con universidades y neumólogos especialistas, en simuladores humanos e invitro, con el objetivo de tenerlo listo para su producción masiva.
Sin embargo, para poder hacer realidad la producción de estos dispositivos médicos inteligentes, necesitan certificaciones y apoyo en data clínica, así como apoyo de las autoridades reguladoras del Estado para agilizar su implementación.
Por su parte, Moisés Izquierda, propietario de Robótica PI y Roboteach en Guatemala, afirmó que esta “puede ser la oportunidad de abrir paso a una nueva industria local, la cual beneficiaría a Guatemala y a todos aquellos países que requieran de este producto y entonces, podríamos soñar con que la primera fábrica de robots en Guatemala también llegue a ser la primera fábrica de equipo médico inteligente”.
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