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Redacción IT NOW

Cómo reducir la huella de carbono en una cultura de trabajo híbrido

El teletrabajo reduce los residuos, el consumo eléctrico y las emisiones nocivas causadas por la movilidad. Pero no deja de afectar al medioambiente. ¿Cómo pueden las pymes medir y mitigar ese impacto de sus operaciones?

Si algo trajo la pandemia en positivo fue la flexibilidad y digitalización de los entornos laborales. Lo que comenzó como una norma, terminó convirtiéndose en una nueva cultura, que cambió la forma de ver el trabajo tanto para las personas como para las empresas.


Sin embargo, ¿es esta nueva cultura laboral híbrida mejor para el medioambiente? Es relativo. Por un lado, se estima que la mayor parte de la huella de carbono de una persona proviene de sus desplazamientos al trabajo y eso implicaría la reducción de emisiones de la movilidad. Po el otro, existen otras variables que impactan en la huella de carbono, que se “trasladan” de la oficina al hogar de las personas.


Por ejemplo, el consumo de energía se vuelve intensivo, no sólo para alimentar a los dispositivos de tecnología, sino a los servidores de los que depende la conectividad, además de la requerida para climatizar el ambiente. Y este impacto debe ser considerado como parte de la huella de carbono de las empresas, no de las personas.


“Con el formato híbrido o remoto, no se eliminan las emisiones de gases de efecto invernadero de una compañía: la huella de carbono se desplaza a las personas. Por eso, vimos que era necesario generar una herramienta para que las empresas, de todo tipo y tamaño, puedan medir la huella del teletrabajo de sus equipos, de manera sencilla y accesible, y tomar acción al respecto”, explicó Federico Falcón, director de The Carbon Sink, una plataforma latinoamericana de medición y compensación de huella online.


La firma incorporó recientemente a su calculadora gratuita de huella de carbono la posibilidad de medir la generación de emisiones del teletrabajo de los equipos, lo que permite conocer de manera transparente y extensiva el impacto en el ambiente de una compañía. Con esta información, pueden establecer una estrategia de reducción o mitigación de emisiones, y un plan para alcanzar la neutralidad de carbono, alineándose a la agenda ambiental internacional.



La compañía basó la estimación del impacto en la metodología desarrollada por la organización Ecoact, que considera los promedios de energía consumida por dispositivos electrónicos y equipos de calefacción y refrigeración del ambiente.


Algunas prácticas que las pymes pueden compartir con sus empleados para reducir la huella de carbono cuando las personas trabajan en modalidad híbrida son:


1. Desconectar los dispositivos electrónicos cuando no están en uso, inclusive los cargadores.


2. Priorizar espacios con luz natural y evitar el uso innecesario de luminarias.


3. Seleccionar artefactos con bajo consumo de energía (AAA+) y lámparas bajo consumo.


4. Usar modo “ahorro de energía” o “ecológico” en los dispositivos que lo ofrezcan.


5. En verano, mantener el aire acondicionado en 24 grados, con ventanas bien cerradas.


6. Separar los residuos con valor de reciclable, guardarlos limpios y secos y acercarlos a un punto verde de recolección (papel, cartón, PET).


7. Cocinar. Intentar evitar el delivery o usar envases reutilizables/retornables para las compras. Limitar la adquisición de productos con envases plásticos de un solo uso o descartables.


Para que esto sea efectivo, es recomendable sensibilizar al equipo sobre la urgencia de la crisis climática y compartir de manera transparente el impacto de la organización, así como el compromiso de reducción y los esfuerzos que van a hacer para lograrlo.


“Todas las empresas, más allá de su tamaño, pueden contribuir de manera positiva a la acción por el clima y alinearse a la agenda internacional. Hoy, es muy sencillo medir la huella de carbono de nuestras empresas y existen múltiples opciones para llevarlas a cero y convertirnos en carbono neutrales. Por ejemplo, invirtiendo en el desarrollo de proyectos certificados que buscan conservar los ecosistemas más ricos de la región. Por eso, decimos que nuestro propósito es democratizar la neutralidad de carbono en Latinoamérica”, concluye Falcón.


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