Empresas con mayor diversidad de género en tecnología son un 21% más rentables, demostrando que la inclusión impulsa la competitividad y la innovación.
La incorporación de más mujeres en el sector tecnológico no solo es un paso hacia la igualdad, sino también una palanca económica de alto impacto. Según el Global Gender Gap Report, cerrar la brecha de género en esta industria podría añadir 12 billones de dólares al PIB global para 2025. Este dato subraya cómo la tecnología, al ser un motor de transformación económica, se encuentra en una posición única para catalizar cambios significativos en el crecimiento global si se aprovecha plenamente el talento femenino.
IEBS compartió que, actualmente, las mujeres representan menos del 30% de los profesionales en tecnología. Esta subrepresentación limita el desarrollo de industrias críticas como la IA, el desarrollo de software y la ciberseguridad, todas ellas fundamentales para el progreso económico. La diversidad de género no solo enriquece la perspectiva en la resolución de problemas, sino que también impulsa la innovación. Según datos del estudio, las empresas con mayor diversidad de género en tecnología son un 21% más rentables, demostrando que la inclusión impulsa la competitividad y la innovación. Las mujeres, al aportar experiencias y visiones diferentes, contribuyen al diseño de algoritmos más éticos, productos inclusivos y soluciones más completas para desafíos complejos.
Iniciativas como Women Who Code demuestran el potencial transformador de cerrar esta brecha. Al capacitar a mujeres en habilidades tecnológicas avanzadas, estas plataformas no solo empoderan a las participantes, sino que también abastecen a un mercado laboral con alta demanda en áreas como el aprendizaje automático y la gestión de datos en la nube. Este enfoque, que combina formación técnica con mentorías específicas, no es solo una respuesta a una necesidad social; es una estrategia para responder a la creciente escasez de talento en el sector.
El impacto de una mayor participación femenina en tecnología trasciende la innovación. Según la Organización Internacional del Trabajo, incrementar la representación de mujeres en el mercado laboral podría aumentar la productividad global en un 25%. En un contexto donde los salarios tecnológicos son elevados y la demanda de talento no deja de crecer, la integración de más mujeres se perfila como una inversión con retornos tangibles tanto a nivel corporativo como global.
Lograr un cambio estructural requiere la acción conjunta de gobiernos, empresas y organizaciones educativas. Desde políticas públicas que promuevan la inclusión en carreras STEM hasta prácticas empresariales que eliminen sesgos en las evaluaciones y procesos de contratación, los esfuerzos deben ser coordinados. Hackatones, becas dirigidas y programas de mentoría ya han mostrado su eficacia en la reducción de barreras.
Incluir a más mujeres en tecnología es una oportunidad para maximizar el potencial de la industria más influyente del mundo. Con voluntad y acción, el objetivo de US$12 billones en valor económico adicional para 2025, señalado por el Global Gender Gap Report, no es una utopía, sino una meta alcanzable que promete beneficios para todos.
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