A diferencia de la falsa creencia que Hollywood alimentó por décadas, sobre un mundo gobernado por máquinas con inteligencia artificial (IA) a las personas, la factibilidad de coexistencia entre ambas es lo opuesto.
Es más, para César Cernuda, presidente de Microsoft para Latinoamérica, la combinación de ambos abre la posibilidad de ser más finitos en cuanto a las decisiones y a la previsión de acontecimientos cuando se presenten.
“Sin sustituir el ingenio humano, la inteligencia artificial nos permitirá tomar decisiones basados en datos y predecir sucesos”, aseveró Cernuda en una conferencia celebrada en República Dominicana el pasado martes.
Como resultado, según Cernuda, las distintas tecnologías generan un efecto que transforma tanto el desarrollo económico como el social, una apuesta de la República Digital en ese país para ingresar a la nueva era digital.
El impacto de la IA
La inteligencia artificial ha abierto las puertas de nuevos escenarios para que los negocios se desarrollen aunque, al menos en la región centroamericana, su empleo sea incipiente.
Para Deloitte, los ejecutivos de puestos superiores tienen claro que el uso de la IA en los negocios es una realidad indiscutible que se consolidará en la próxima década.
Las razones: la IA puede emular las características de la inteligencia humana. Y aunque dará pie a nuevos perfiles profesionales, “deben vivir con los ya existentes”, según Deloitte.
Esta misma fuente de información reveló que el impacto de la IA se verá en: la mejor a de características, funciones y/o rendimiento de los productos (51%); liberará las horas de trabajo para estimular la productividad de los colaboradores (36%) y permitirá optimizar las operaciones internas (36%), por mencionar algunos aspectos sobresalientes de State of Cognitive Survey.
“Tendrá un impacto similar al que tuvo la electricidad en todos los sectores productivos. Un potencial de acelerar el crecimiento general sin precedentes”, afirmó Cernuda al respecto.
Suena genial pero…
A pesar de que tanto las organizaciones públicas como privadas tienen claro que las personas estén al centro de la transformación digital para conectar con los distintos servicios o productos, las posibilidades de la IA deben pasar por un tamiz realmente fino: la adopción.
Aunque todas las posibilidades de esta tecnología se presenten como algo extraordinario, deben superar retos como la visión de monetización o la fragmentación de tecnologías, es decir aquellas que solo cubren partes específicas de la IA.
Deloitte señala incluye además el gobierno de la inteligencia artificial, dicho de otra manera: de las políticas de gobierno de los modelos dentro de las empresas; así como la gestión del talento y ecosistema, que contempla la definición del equipo y la asignación de recursos que serán integradas al proyecto.
Si bien cada aspecto mencionado tiene más o menos cierto grado de complejidad superable en el tiempo, las organizaciones que opten por incorporar IA a sus estructuras deben anticipar con antelación la cultura de adopción entre los colaboradores.
“La preparación para la IA no se trata del éxito de ninguna persona, empresa, sector o país. Es regional. Es global. Se trata de ver qué países de América Latina son los primeros en promocionar la IA y llegar a ellos”, se refirió Cernuda en otra oportunidad.
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