Por: Andrea Gil
Corría el año 1997, Internet, a nivel masivo, tenía apenas cuatro años y un emprendedor francés llamado Philippe Kahn inventaba un dispositivo con el cual compartió de manera instantánea una foto de su hija recién nacida. Apple había lanzado una de las primeras cámaras digitales en el mercado de consumo apenas tres años antes y el boom en el mercado de los teléfonos celulares eran los modelos flip, con tapa plegable.
Dos décadas más tarde, nos encontramos en una etapa en la que cada smartphone tiene -por lo menos- una cámara, pero lo que pueden hacer las cámaras varía ampliamente: algunas son mejores con poca luz, otras pueden grabar videos en 4K y otras pueden compensar las manos temblorosas. ¿La razón? De qué están hechos y qué hace su software con eso.
Todas las cámaras tienen elementos en común: una lente que les permite ver cosas; un sensor que toma lo que ve el lente y lo convierte en datos digitales; y software, que analiza los datos y los convierte en un archivo de imagen. Es la combinación de todos elementos lo que hace que una cámara en un smartphone sea más o menos potente que otra.
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Algunas características son algo conocidas por la mayoría de los usuarios, como, por ejemplo, qué son y cuánto influyen los megapixels. Sin embargo, muchas personas creen que cuanto más megapixels ofrezca una cámara mejor será y eso no es necesariamente así.
La calidad de las fotos está determinada por mucho más que simples números, y entonces es muy posible obtener una mejor fotografía de una cámara de 12 MP que de una de 20 MP. Uno de los componentes que influye, por ejemplo, es el tamaño del sensor. Pero también importa la tecnología del mismo: los sensores CMOS (Complementary Metal Oxide Semiconductor) son más modernos, complejos y eficientes. El ISO y la velocidad de disparo, la tecnología que posea para estabilización de imágenes (digital u óptica), la calidad de la resolución, todos son elementos importantes que dependen algunos del hardware de la cámara y otros del software de la misma. Pero hay mucho, mucho más, y tiene mucho que ver con el chipset que alimente a la cámara.
Por ejemplo, la empresa fabricante de semiconductores Mediatek desarrolló una tecnología, Imagiq 2.0, que integra los chipsets Helio, optimizada para la nueva era: la del doble cámara. Los procesadores de señal de imagen doble (ISP) pueden admitir dos sensores de cámara independientes. En este tipo de tecnología, es importante que los sensores duales con lentes diferentes puedan enfocar en la misma imagen al mismo tiempo, con las dos imágenes resultantes superpuestas y entremezcladas en tiempo real, para producir una imagen con efecto de profundidad de campo.
En Imagiq 2.0 la Unidad de Procesamiento Visual (VPU) es un procesador de hardware a 500 MHz acoplado con Procesadores de Señal de Imagen (ISP). Esta arquitectura brinda una plataforma de procesamiento especial para numerosas funciones de la cámara, liberando la CPU y la GPU y ahorrando energía debido a que la VPU es una unidad de hardware dedicada a la asistencia de cámara que tiene la capacidad de realizar funciones de procesamiento en tiempo real, que normalmente se asignaban a la CPU o GPU, con un uso muy inferior de energía: 1/10. Por otro lado, el procesador VPU le brinda más duración a la batería.
A la hora de grabar un video, la tecnología de estabilización de imagen electrónica (EIS) 3.0 combina la información de la imagen y el sensor de giro para lograr que los videos sean más suaves y se vean menos borrosos.
Otra función de hardware es la unidad de control de cámara dedicada (CCU), que logra una compensación de la exposición automática de manera casi instantánea. Cuando el usuario pasa de un interior brillante a uno más oscuro, un solo disparo con el dedo alcanza para lograr la adaptación, tanto al momento de capturar imágenes como de grabar un video.
Otras funciones que se logran a través del nuevo hardware son: súper resolución multitrama (que permite grabar una escena mucho más grande al unir automáticamente las imágenes); reducción múltiple de ruido de cuadros (disminuye el ruido grabando la misma escena varias veces y omitiendo el error introducido por pixeles aleatorios generado en condiciones de poca luz); reducción de ruido temporal alineada con el movimiento (lograda a partir de la compensación de movimiento); cámara súper lenta (por la cual los videos pueden ser grabados hasta 32x más despacio).
La tecnología ClearZoom de MediaTek proporciona un efecto de zoom 10 veces mayor que con el teleobjetivo, mientras que la súper resolución multitrama agudiza los detalles de la imagen con el lente ancho. Ambos trabajan juntos para ayudar a capturar imágenes y videos claros.
Por su parte, la profundidad de campo superficial (DOF) es una técnica de fotografía que se enfoca en un solo objeto dentro de una imagen, mientras suaviza el área circundante.
Las funciones de procesamiento del chipset MediaTek Helio permiten que estos efectos se vean y ajusten en tiempo real en la pantalla del teléfono inteligente, lo que da la posibilidad a los usuarios de aprovechar las cámaras duales para explorar imágenes en 3D.
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