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El sexting podría impactar en su empresa

La práctica del sexting en la región cada día cobra mayor fuerza, principalmente entre los jóvenes,  se ha convertido en uno de los ciberdelitos más frecuentes y con mayor dificultad para combatir.

Esta situación se complica más cuando se llega a cometer una sextorción que puede poner en riesgo incluso la integridad física de la persona y la información de cualquier empresa para la que labore.

El investigador de ciberseguridad para ESET Latinoamérica, Miguel Ángel Mendoza, explicó que se trata de una práctica que por sí misma no es considerada como un delito, ya que son actos que se realizan con el consentimiento de la persona (hombre/mujer), que comparte contenido sexual con su pareja.

“Lo que se puede considerar como un delito y en algunas regiones de pocos países en la región es así, son los actos que siguen después de compartir esa información (fotografías o vídeos)”, afirmó.

El delito consiste en compartir, divulgar o hacer viral en la red el contenido sexual que una persona recibe de otra. Sin embargo, ESET ha detectado una práctica que pone incluso en riesgo la integridad de las personas: la sextorsión, lo cual ocurre cuando quien recibe el contenido sexual solicita a cambio de no publicarlo en la red más fotografías y vídeos, dinero a cambio u otro tipo de información, que incluso podría llegar data relacionada a la empresa donde trabaja.


¿Qué hacer?

El experto recomienda principalmente campañas de concientización sobre este tipo de prácticas que van en incremento.

“No les podemos decir no lo hagan porque es una decisión propia de cada persona, pero sí podemos recomendar que sigan ciertas recomendaciones para evitar riesgos”, explicó.

Por otro lado, resaltó la importancia sobre la regulación de este tipo de prácticas y su tipificación como delitos, para que todos los países tomen conciencia de la magnitud de éstas y su impacto que tienen.

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