La plataforma de Elon Musk enfrenta una fuga de usuarios debido a sus controvertidos nuevos términos de servicio, que incluyen la explotación de datos para entrenar inteligencia artificial y sanciones económicas por uso excesivo. Mientras, alternativas como Bluesky tienen un crecimiento explosivo.
El 15 de noviembre marcó un punto de inflexión para X, antes conocido como Twitter. La plataforma, propiedad de Elon Musk, implementó nuevos términos de servicio que han provocado una estampida digital hacia alternativas como Bluesky y Threads, de acuerdo a un informe de CNBC.
Los nuevos términos de X otorgan a la compañía un permiso casi ilimitado para utilizar el contenido de los usuarios, desde publicaciones hasta interacciones, para entrenar sus modelos de inteligencia artificial, incluido su chatbot Grok. Aunque existe una opción para desactivar manualmente esta función, el nivel de control real sigue siendo cuestionable.
Competidores como Meta, creador de Threads, también emplean datos de sus usuarios para entrenar sus sistemas de IA, aunque con restricciones sobre mensajes privados. En contraste, Bluesky, la nueva alternativa en ascenso, ha adoptado una postura ética al comprometerse públicamente a no usar contenido para entrenar inteligencia artificial.
Otra cláusula que ha despertado fuertes críticas es la introducción de un sistema de "daños liquidados". Según este apartado, los usuarios que superen el acceso a un millón de publicaciones en un periodo de 24 horas deberán pagar $15,000. Aunque puede parecer improbable para el usuario promedio, esta medida afecta gravemente a investigadores, periodistas y analistas que dependen de grandes volúmenes de datos para sus estudios y reportajes.
Expertos, como Alex Abdo del Knight First Amendment Institute, han calificado esta política como un atentado contra la investigación y la transparencia, especialmente en un contexto donde el análisis del discurso público es crucial.
Desde el anuncio de los nuevos términos, Bluesky ha experimentado un aumento del 651% en descargas de su app móvil, según datos de Sensor Tower. Esto contrasta con crecimientos más moderados de X (20%) y Threads (42%) en el mismo periodo. Aunque la base de usuarios de Bluesky (21 millones) aún es pequeña frente a los 318 millones de X y los 275 millones de Threads, su rápido ascenso refleja el descontento de una parte significativa de los internautas.
La controversia subraya un debate creciente sobre los límites éticos y legales de las plataformas digitales. Mientras X defiende sus decisiones como parte de su evolución tecnológica, alternativas como Bluesky ganan terreno al posicionarse como opciones más transparentes y menos invasivas.
En un mundo donde los datos son oro, la pregunta clave para los usuarios es: ¿qué precio están dispuestos a pagar por quedarse?
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