Hasta un 28% de los compradores en línea en Centroamérica sufre ciberamenazas durante sus transacciones navideñas, impulsadas por el creciente uso de métodos digitales como la banca en línea y las apps de pago.
El comercio en línea enfrenta un escenario complejo ante la llegada de la temporada navideña, marcada por un incremento en las ciberamenazas dirigidas a los consumidores. Según un estudio reciente de Kaspersky, la digitalización en América Latina impulsa el uso de métodos de pago digitales, como banca en línea, aplicaciones de pago y tarjetas bancarias, con usuarios realizando transacciones hasta tres veces por semana. Sin embargo, esta tendencia convierte al sector en un blanco atractivo para los ciberdelincuentes, quienes aprovechan el volumen de datos financieros y personales para perpetrar diversas formas de fraude.
Entre las estrategias detectadas, destacan los correos electrónicos fraudulentos que simulan ser enviados por grandes minoristas, como Amazon o Walmart, ofreciendo descuentos exclusivos. Estos mensajes redirigen a páginas web diseñadas para imitar a las originales, utilizando errores sutiles en las URLs o elementos gráficos para engañar a los usuarios. Otro método común son las encuestas falsas que prometen premios, como dispositivos electrónicos, a cambio de información personal, presionando a las víctimas mediante tácticas de urgencia.
Los datos obtenidos a través de estas estafas no solo son utilizados directamente por los delincuentes, sino que también se comercializan en mercados de la dark web. Según Kaspersky, los llamados “fullz”, conjuntos completos de información de tarjetas de crédito, incluyen detalles sensibles como el número de tarjeta, dirección de facturación y código CVV, con precios que varían según la calidad y el país de origen. Este mercado negro adoptó incluso tácticas de marketing similares a las del comercio legítimo, ofreciendo descuentos y paquetes promocionales durante la temporada navideña.
En Centroamérica, las cifras de usuarios afectados por ciberamenazas son alarmantes. Países como Guatemala, Panamá y Costa Rica registran entre el 22% y el 28% de consumidores que han enfrentado incidentes al realizar transacciones en línea. Además, un significativo porcentaje desconoce que sus datos podrían estar siendo vendidos en estos mercados clandestinos.
Este panorama subraya la necesidad de robustecer las medidas de seguridad tanto para los consumidores como para las plataformas de comercio en línea. El uso de soluciones de seguridad avanzadas, la verificación de fuentes y URLs antes de proporcionar información, y la revisión constante de estados de cuenta son algunas de las estrategias clave para mitigar riesgos. A medida que el comercio digital sigue creciendo, la protección de los datos financieros se posiciona como un desafío crítico para garantizar la confianza de los usuarios y la estabilidad del ecosistema digital.
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