Tras construir un portafolio de casi US$14.000 millones, decidió en 2023 redirigir todos sus esfuerzos hacia alcanzar la Inteligencia Artificial General (AGI). No está claro cuánto ha invertido en DeepSeek, pero comparten oficinas y posee patentes clave relacionadas con clusters de chips utilizados en el entrenamiento de IA.
En el competitivo mundo de la inteligencia artificial, la startup china DeepSeek ha irrumpido con fuerza en el panorama global, impulsada por una estrategia que desafía el dominio de las grandes tecnológicas occidentales. Detrás de su meteórico ascenso se encuentra High-Flyer, un fondo de inversión cuantitativo que, tras construir un portafolio de 100.000 millones de yuanes (unos 13.790 millones de dólares) basado en modelos de IA, decidió en 2023 redirigir todos sus esfuerzos hacia el desarrollo de inteligencia artificial de vanguardia, con el ambicioso objetivo de alcanzar la Inteligencia Artificial General (AGI).
High-Flyer, oficialmente conocido como Hangzhou Huanfang Technology Ltd Co., anunció en su cuenta de WeChat que su prioridad sería la investigación de la AGI, buscando crear un grupo independiente que explorara la esencia de esta tecnología.
La AGI, considerada la próxima evolución en inteligencia artificial, se refiere a sistemas autónomos capaces de superar a los humanos en la mayoría de las tareas económicamente valiosas. Aunque compañías como OpenAI aún no han logrado este hito, High-Flyer apuesta a que su equipo de investigación, bajo la dirección de su fundador Liang Wenfeng, podrá marcar la diferencia.
El impacto de DeepSeek no ha pasado desapercibido en Silicon Valley. La startup china ha sorprendido a sus competidores con modelos avanzados que, según afirman, han sido entrenados con una fracción del poder computacional utilizado por las grandes tecnológicas estadounidenses. Estas afirmaciones han generado gran revuelo en el sector y han contribuido a la volatilidad de las acciones tecnológicas en los mercados globales. Sin embargo, la verdadera capacidad de DeepSeek para desarrollar un modelo de AGI sigue siendo incierta.
El camino hacia este logro no se ha dado de la noche a la mañana. Bajo la dirección de Liang, High-Flyer pasó años estudiando y experimentando con modelos de IA extranjeros, aplicando estas tecnologías a su negocio financiero y realizando fuertes inversiones en hardware de alto rendimiento. Parte de esta estrategia incluyó la construcción de dos superclusters de computación con chips Nvidia A100, hardware cuya exportación a China fue prohibida por Estados Unidos en 2022.
El primer supercluster de High-Flyer, construido en 2020 con 1.100 unidades A100, tuvo un costo de 200 millones de yuanes, mientras que el segundo, completado en 2021 con aproximadamente 10.000 unidades A100, alcanzó un valor de 1.000 millones de yuanes. Estos sistemas proporcionaron la infraestructura necesaria para el desarrollo de los modelos de IA de la empresa. En 2022, los investigadores de High-Flyer presentaron en una conferencia de Nvidia una estrategia para optimizar la eficiencia del segundo cluster en el entrenamiento de modelos avanzados.
No está claro cuánto ha invertido High-Flyer en DeepSeek, aunque la relación entre ambas entidades es evidente: comparten oficinas y la firma de inversión posee patentes clave relacionadas con clusters de chips utilizados en el entrenamiento de inteligencia artificial. Mientras DeepSeek ha declarado públicamente que usa los chips Nvidia H800 y H20 para entrenar sus modelos, algunos ejecutivos de la industria han especulado que la empresa podría tener acceso a un poder computacional mucho mayor del que ha revelado, según informó Reuters.
En este contexto, Liang Wenfeng ha sido categórico en señalar que el principal desafío para el futuro de DeepSeek no es el financiamiento, sino las restricciones a la exportación de chips de alta gama impuestas por Estados Unidos. Al ser consultado en julio pasado sobre la posibilidad de separar DeepSeek de High-Flyer y buscar financiamiento externo, Liang afirmó: “No tenemos planes de recaudar dinero a corto plazo, el problema que enfrentamos nunca ha sido el dinero, sino el embargo de chips avanzados”.
El caso de High-Flyer y DeepSeek es un reflejo de cómo China está desafiando la hegemonía tecnológica global a través de estrategias innovadoras y un enfoque agresivo en el desarrollo de inteligencia artificial. A medida que la carrera hacia la AGI se intensifica, DeepSeek podría convertirse en una pieza clave en el futuro de la IA, obligando a sus competidores occidentales a replantear sus estrategias.
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