Bajo el liderazgo de Nadella, Microsoft se ha consolidado como la empresa pública más valiosa del mundo, superando incluso a Apple. A pesar de los logros, el CEO se enfrenta a desafíos clave mientras busca mantener el impulso de la compañía.
Cuando Satya Nadella asumió la dirección de Microsoft en febrero de 2014, la empresa parecía estancada en la mediocridad, con una capitalización de mercado ligeramente superior a los US$300.000 millones. Diez años después, Microsoft ha experimentado un crecimiento impresionante, alcanzando una valoración de US$3,06 billones y convirtiéndose en la empresa pública más valiosa del mundo, superando a Apple. Bajo la conducción de Nadella, Microsoft se ha consolidado como líder en áreas clave como la nube y la inteligencia artificial.
A pesar de los desafíos y las críticas que enfrentó al principio de su mandato, Nadella ha sido elogiado por revitalizar la empresa y cambiar su narrativa. En comparación con la caída del 30% en el valor de las acciones durante los 14 años de liderazgo de Steve Ballmer, Nadella ha logrado un crecimiento constante y ha reposicionado a Microsoft como una potencia tecnológica.
Sin embargo, el camino hacia el éxito no ha estado exento de desafíos. Nadella se enfrenta a la preocupación regulatoria sobre el poder de Microsoft, y la reticencia de algunos clientes a invertir más en las herramientas de inteligencia artificial de la empresa. Además, la reciente ola de despidos, con 10.000 empleos eliminados a principios de 2023 y 1.900 en enero en la división de juegos, ha generado inquietudes, de acuerdo a un análisis de CNBC.
Anteriormente conocida por defender sus productos propietarios, Nadella ha transformado la empresa, haciendo que sea más receptiva a las necesidades de los clientes y estableciendo alianzas con antiguos rivales. Estas asociaciones incluyen visitas de Larry Ellison, cofundador de Oracle, a la sede de Microsoft para anuncios conjuntos en la nube, y la colaboración con empresas como Box en múltiples integraciones de productos.
Aunque Nadella no comparte la vistosidad de su predecesor, Steve Ballmer, ha demostrado ser más efectivo en la toma de decisiones estratégicas y en las adquisiciones. En contraste con las malogradas adquisiciones de Ballmer, como aQuantive y Nokia, Nadella ha liderado inversiones exitosas, como LinkedIn, Mojang (la empresa matriz de Minecraft) y Nuance Communications.
Más recientemente, Nadella lideró la adquisición de Activision Blizzard por US$75.0000 millones, una operación cuyos efectos aún se evalúan. Además, en el ámbito de la inteligencia artificial, la inversión de miles de millones en la startup OpenAI ha consolidado la posición de Microsoft en este mercado emergente y ha generado ingresos en la nube.
Sin embargo, el CEO se enfrenta a desafíos clave para el futuro. Por empezar, Microsoft busca mantenerse relevante entre las generaciones más jóvenes, considerando que algunas no crecieron usando sus productos. Aunque la "Generación Z" aún no lidera los presupuestos de TI, Microsoft debe prepararse para esta transición.
Según el informe de CNBC, a pesar de tener US$81.000 millones en efectivo, Microsoft enfrenta la tarea de retener a empleados, especialmente a aquellos con más de 20 años de experiencia, en un entorno donde otros gigantes tecnológicos ofrecen salarios competitivos.
Por otra parte, Microsoft recibió críticas por la falta de éxito inicial con nuevos productos. La realidad aumentada con HoloLens y productos como Surface Duo y Microsoft Loop no han alcanzado el éxito esperado. Además, ha enfrentado investigaciones antimonopolio, y se espera una mayor escrutinio, especialmente en relación con su inversión en inteligencia artificial y prácticas en la nube.
También la relación con OpenAI, estratégica para Microsoft, presenta desafíos, con tensiones internas relacionadas con la asignación de recursos.
Con estos desafíos en mente, Nadella se embarca en el próximo capítulo de su liderazgo en Microsoft, enfrentando la tarea de mantener la innovación y el crecimiento en una industria tecnológica en constante evolución. Los analistas predicen un aumento del 12% en el precio de las acciones en el próximo año, según FactSet.
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