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Malka Mekler

La estrategia de OpenAI para reducir la dependencia de Nvidia

La empresa de IA colabora con Broadcom para desarrollar un chip propio, marcando un paso crucial hacia la independencia tecnológica.


El rápido avance de la IA ha puesto a OpenAI, el reconocido creador de ChatGPT, en una búsqueda constante de innovación y mejora. La clave para mantenerse a la vanguardia reside en la "materia prima" de esta revolución: los chips y semiconductores. En un esfuerzo por reducir su dependencia de Nvidia, la empresa está implementando un ambicioso plan para desarrollar sus propios chips de IA.


OpenAI inició conversaciones con Broadcom, un gigante en la industria de semiconductores, con el objetivo de crear un chip de IA de última generación. Esta colaboración busca aumentar la potencia informática de la empresa y disminuir su dependencia de las costosas unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, esenciales para el funcionamiento de modelos avanzados como ChatGPT y DALL-E3, de acuerdo con Business Insider.


La necesidad de independencia tecnológica ha llevado a la empresa a buscar soluciones más sostenibles y rentables. La dependencia de Nvidia resulta extremadamente costosa, y la creación de sus propios chips de IA representa una oportunidad para controlar mejor los costos y mejorar la eficiencia. Esta estrategia incluye la contratación de expertos en diseño de chips, muchos de ellos provenientes del equipo de la Unidad de Procesamiento de Tensores (TPU) de Google, lo que subraya el compromiso de OpenAI con el desarrollo de soluciones de hardware de vanguardia.


La colaboración con Broadcom se produce en un momento crucial para la industria de la IA, donde la demanda de chips especializados no deja de crecer. La vasta experiencia de Broadcom en el diseño y fabricación de semiconductores de alto rendimiento convierte a la empresa en el socio ideal para esta iniciativa. Según informes de The Information, esta colaboración está destinada a mejorar significativamente la infraestructura tecnológica de OpenAI, liderada por Sam Altman, CEO de la empresa.



El impacto potencial del nuevo chip de IA de OpenAI podría ser significativo, aunque no se espera que entre en producción hasta 2026 como muy pronto. Al desarrollar sus propios chips, OpenAI podría obtener una ventaja competitiva considerable en el mercado de la IA, reduciendo su dependencia de proveedores externos y disminuyendo los costos asociados con el desarrollo de la IA. Este control sobre toda la tecnología, desde el software hasta el hardware, es crucial para mantener una ventaja competitiva en un mercado en rápida evolución.


Además, Altman está buscando miles de millones de dólares de inversores para establecer una red de fábricas de semiconductores, en conversaciones con potenciales socios como Intel, TSMC y Samsung Electronics para financiar estas instalaciones. Este esfuerzo refleja la creciente tendencia de las empresas de IA a invertir en sus propias soluciones de hardware para satisfacer la creciente demanda de aplicaciones impulsadas por IA.


El mercado de chips de IA se espera que experimente un crecimiento significativo en los próximos años, con ingresos proyectados de US$71.300 millones para 2025, según Statista. La creciente adopción de la IA en diversas industrias impulsa este crecimiento, y OpenAI, al desarrollar sus propios chips, estará mejor posicionada para capitalizar estas oportunidades.


OpenAI no es la única empresa que reconoce la importancia de tener control sobre su tecnología. Alphabet, por ejemplo, desarrolló sus propias unidades de procesamiento tensorial (TPU) para entrenar y ejecutar Gemini. Sin embargo, ninguna empresa ha alcanzado aún el nivel tecnológico de Nvidia, que sigue estando entre cinco y diez años por delante de la competencia, según el periodista especializado en tecnología Stephen Witt. Esta ventaja se debe a la previsión de Nvidia en la revolución de la IA y la robótica, colocándola como el referente indiscutible en tecnología de procesadores.


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