La euforia por la inteligencia artificial impulsa una sorprendente alza en el mercado de valores estadounidense, que tiene varios paralelismos con la explosión financiera de hace dos décadas.
El creciente entusiasmo por la inteligencia artificial (IA), junto con una economía resistente y mayores ganancias, ha llevado al índice S&P 500 a nuevos máximos este año, tras una subida de más del 50% desde su mínimo en octubre de 2022. El índice Nasdaq Composite, centrado en la tecnología, ha ganado más del 70% desde finales de 2022, según informó Reuters.
Estas destacadas cifras han despertado comparaciones con la burbuja puntocom de finales de los años 90, planteando la pregunta de si los precios han sido inflados nuevamente por el optimismo sobre una tecnología revolucionaria.
Las similitudes con la burbuja puntocom son claras. Un pequeño grupo de gigantes tecnológicos, incluido el fabricante de chips de IA Nvidia, simboliza el mercado actual, recordando a los "Cuatro Jinetes" de finales de los 90: Cisco, Dell, Microsoft e Intel. Las acciones de Nvidia, que han aumentado casi un 4.300% en un período reciente de cinco años, evocan el recuerdo de Cisco, que se disparó alrededor de un 4.500% en los cinco años previos a su pico en el 2000.
Aunque las valoraciones han crecido, muchos de los campeones tecnológicos actuales parecen estar en una situación financiera mucho mejor que sus contrapartes puntocom de finales de los 90 y principios de los 2000. Otros indicadores, como el optimismo de los inversores, aún no han alcanzado los niveles eufóricos de aquella época.
La preocupación es que el auge impulsado por la IA termine de la misma manera que la burbuja puntocom, con un colapso épico. Reflejando aquel auge, el sector de la tecnología de la información ha crecido hasta representar el 32% del valor total del mercado del S&P 500, el mayor porcentaje desde el 2000 cuando alcanzó casi el 35%, según LSEG Datastream. Solo tres empresas, Microsoft, Apple y Nvidia, representan más del 20% del índice.
Otro paralelismo es que, después de casi cuadruplicarse en poco más de tres años, el Nasdaq Composite se desplomó casi un 80% desde su pico en marzo de 2000 hasta octubre de 2002. El S&P 500, que se duplicó en un período similar, colapsó casi un 50% en ese mismo lapso. Mientras que varias acciones de internet, como Amazon, sobrevivieron y eventualmente prosperaron, otras nunca se recuperaron.
A medida que el entusiasmo por la IA continúa impulsando el mercado, los inversores y analistas deben considerar las lecciones del pasado para navegar por esta nueva ola tecnológica. La historia podría repetirse, y aunque algunos saldrán victoriosos, otros podrían enfrentarse a un destino menos afortunado.
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