La empresa ha superado las expectativas de Wall Street en su último trimestre fiscal, impulsada por un notable crecimiento en la demanda de servidores especializados en inteligencia artificial.
Dell Technologies reportó resultados financieros para su segundo trimestre fiscal que superan las proyecciones de los analistas, con ingresos totales que alcanzaron los 25.030 millones de dólares, superando las expectativas de 24.530 millones. Las ganancias por acción ajustadas también excedieron las predicciones, situándose en US$1,89, frente a los US$1,71 esperados. Este desempeño ha sido impulsado por un crecimiento vertiginoso en la venta de servidores, que experimentó un incremento del 80% en comparación con el mismo período del año anterior.
Este impresionante crecimiento se debe, en gran parte, a la creciente demanda de servidores capaces de manejar cargas de trabajo de inteligencia artificial, un área en la que Dell se ha consolidado como un proveedor clave, especialmente en sistemas basados en chips de Nvidia. Este segmento forma parte del Grupo de Soluciones de Infraestructura (ISG) de la compañía, que también registró un incremento del 38% en sus ventas, alcanzando los US$11.650 millones, superando así las expectativas del mercado.
Jeff Clarke, director de operaciones de Dell, destacó que la empresa está compitiendo exitosamente en los grandes acuerdos de IA y obteniendo implementaciones significativas a gran escala. En total, el segmento de servidores y redes, que incluye tanto servidores orientados a IA como servidores tradicionales, generó US$7.760 millones en ingresos, superando ampliamente las expectativas del mercado de US$6.370 millones. De estos ingresos, US$3.100 millones provinieron de ventas de servidores de IA, una cifra que casi duplica los US$1.700 millones reportados en el trimestre anterior.
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No obstante, no todo fue positivo para Dell. Su negocio de almacenamiento, también parte de ISG, experimentó una caída del 5% en ventas, alcanzando los US$.4000 millones. Asimismo, el Grupo de Soluciones para Clientes, que abarca la venta de PCs y laptops, registró una disminución del 4% en sus ingresos, situándose en US$12.410 millones. Las ventas a consumidores finales fueron las más afectadas, con una caída del 22%, mientras que las ventas a empresas se mantuvieron estables.
A pesar de estos desafíos, Dell ha revisado al alza su pronóstico de ingresos para el año fiscal completo, proyectando ahora entre US$95.500 millones y US$98.500 millones, una mejora con respecto a su previsión anterior. Este optimismo, sin embargo, debe medirse con cautela, ya que la compañía aún enfrenta una creciente demanda no satisfecha de servidores de IA, con un "backlog" de US$3.800 millones en pedidos pendientes y un "pipeline" de oportunidades multimillonarias que aún no han sido concretadas.
En cuanto a la reacción del mercado, las acciones de Dell han subido un 48% en lo que va del año, aunque han caído un 34% desde su último informe trimestral. La empresa también ha mantenido su compromiso con los accionistas, invirtiendo US$1.000 millones en recompras de acciones y dividendos durante el trimestre.
Dell se encuentra en una posición estratégica clave en el panorama tecnológico actual, liderando el suministro de infraestructura necesaria para soportar la creciente adopción de la inteligencia artificial, a pesar de los desafíos que enfrenta en otros segmentos de su negocio.
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