La inteligencia artificial ha recorrido un largo camino, avanzando a alta velocidad
mientras se implementa en innumerables industrias y actividades, facilitando procesos cada vez más complejos.
Por Alejandro Masseroni, Director Comercial de Temenos.
Hoy estamos presenciando cómo su aplicación está revolucionando el sistema financiero, cambiando el paradigma en la forma en que los bancos interactúan con sus datos y, por ende, con sus clientes.
Nuestro reporte Economist Impact reflejó que más del 84% de los ejecutivos en Latinoamérica considera que desbloquear el valor de la IA será un diferenciador clave para ganar o perder. Este avance promete mejorar la eficiencia operativa y abre nuevas posibilidades para la personalización y el cumplimiento normativo. Esta tecnología va más allá del cliente final; ya puede comenzar a implementarse hoy en el back office con soluciones de core bancario de última generación.
Particularmente, la IA Generativa (GenAI), como último eslabón de su evolución, no se
limita a analizar datos existentes; tiene la capacidad de generar nuevos contenidos y
perspectivas a partir de consultas en lenguaje natural. Este salto técnico permite a los
bancos obtener insumos únicos en tiempo real, una capacidad que antes requería días o semanas de análisis manual. Por ejemplo, puede identificar instantáneamente a los clientes más rentables por tipo y datos demográficos, proporcionando información crítica para la toma de decisiones estratégicas.
La personalización en la banca ha sido históricamente limitada a ajustes superficiales, como cambios en las tasas de interés o recomendaciones de productos basadas en datos pasados. Sin embargo, la verdadera personalización implica comprender y atender las necesidades individuales de cada cliente. Aquí es donde la GenAI tiene el potencial de redefinir las reglas del juego.
Los clientes buscan experiencias bancarias que resuenen a un nivel humano, y la IA
Generativa ha llegado para facilitar esta conexión y permitir que los bancos respondan a las necesidades expresadas en lenguaje natural. Esto representa un cambio fundamental, pasando de una postura reactiva a una proactiva en el servicio al cliente.
Además, en un sector tan regulado como el bancario, la seguridad y la transparencia son cruciales. Por ello, es necesario que la IA no sólo destaque por su capacidad de generar insumos para la toma de decisión, sino que por hacerlo de manera segura y explicable.
Esto significa que tanto los usuarios como los reguladores pueden verificar y comprender los resultados producidos, manteniendo la confianza y el cumplimiento normativo.
Con estos avances, la industria bancaria está al borde de una nueva era donde la
personalización no es solo una palabra de moda en marketing, sino una realidad tangible impulsada por GenAI.
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