Luis Barrientos, experto en Dominio de Riesgo de SAS Latinoamérica, detalla tres aprendizajes para que otras instituciones pueden evitar caer en situaciones similares.
La salud de los sistemas financieros en cada país ejerce un impacto directo en el desarrollo económico, tanto a nivel nacional como global. Sin embargo, existen situaciones específicas que, si no se controlan adecuadamente, pueden tener un impacto significativo capaz de desestabilizar economías enteras.
Un ejemplo reciente de esto es la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos. Este evento generó una gran dosis de nerviosismo en el mercado, tanto así que incluso el gobierno de Estados Unidos tuvo que intervenir para contener cualquier propagación que pudiera haber tenido consecuencias más graves.
De esta experiencia, se extraen valiosas lecciones que otras instituciones financieras pueden aprender para evitar caer en situaciones similares. Esto fue resaltado por expertos durante el seminario web titulado "Lecciones Aprendidas en la Gestión del Balance: Caso SVB", organizado por SAS, firma que se ha destacado mercado de análisis avanzado y predictivo durante los últimos 28 años, según IDC.
¿Cuáles son las lecciones que nos deja la quiebra de SVB? Según Luis Barrientos, un experto en Dominio de Riesgo de SAS Latinoamérica, son tres. "Definitivamente, el riesgo de liquidez y el manejo de activos y pasivos es uno de los primeros aspectos a considerar", afirmó. "Si las regulaciones no son suficientes, debemos buscar las mejores prácticas para implementarlas. Hemos observado a muchos clientes que no esperan a que llegue la normativa. Saben que las mejores prácticas existen y las buscan para seguirlas de manera efectiva. Todo esto bajo la premisa de que los riesgos son reales y pueden materializarse en cualquier momento", agregó.
La segunda lección, según el especialista, es que en términos de financiación y cómo las entidades bancarias segmentan sus carteras, sigue siendo un asunto crucial. "Hay instituciones financieras que se dedican a nichos específicos del mercado, lo cual no es incorrecto. Sin embargo, es esencial comprender las implicaciones y los escenarios que podrían surgir. Por ejemplo, las entidades cercanas al mercado hipotecario deben considerar las consecuencias de operar cerca de zonas propensas a inundaciones debido al cambio climático. También deben analizar si los propietarios de esas hipotecas pertenecen a una industria particular, lo que obliga a considerar no solo el mercado hipotecario, sino el flujo de recursos para liquidar mensualmente esas hipotecas. Esto es parte de la segmentación y comprensión de lo que podría afectar a cada uno de esos negocios", explicó el experto en Dominio de Riesgo de SAS Latinoamérica.
La tercera lección subraya la importancia de la estrategia de comunicación, reestructuración y recuperación. "La forma en que se reacciona ante una situación de riesgo en el último momento es crucial, ya que puede provocar la salida de flujos de dinero para proteger los recursos de los inversionistas y depositantes del banco", afirmó Barrientos.
Asimismo, señaló que "el incumplimiento de las responsabilidades por parte de los consejeros y altos directivos del banco fue una de las principales causas de esta situación. Al no reconocer la necesidad de un equipo que administre los riesgos del negocio y no solicitar análisis más exhaustivos, estos elementos resultaron fundamentales. Estas implicaciones influyen en la manera en que se maneja el negocio y cómo se desenvuelve en el mercado, considerando tasas, comportamiento de la inflación y posibles escenarios. Está claro que los procedimientos de gestión de riesgos fueron inadecuados desde el principio hasta el final".
Barrientos explicó que las presentaciones de SVB ante el mercado no difirieron significativamente de los patrones de otras instituciones financieras en la actualidad. Esto abarca aspectos de gobierno corporativo, políticas y lineamientos, y programas integrales de gestión de riesgos.
¿Cómo aplicar las lecciones aprendidas?
Como recomendaciones, Barrientos sugirió que las instituciones financieras deben llevar a cabo acciones en diversas áreas. Entre estas recomendaciones se incluyen:
· Evaluar los modelos de comportamiento para revisar los supuestos de migración de depósitos y retiros, así como los supuestos de betas, para asegurarse de que sean suficientemente conservadores en función de la experiencia de SVB.
· Examinar las reservas de liquidez, incluida la capacidad de convertir activos en efectivo en situaciones de estrés, considerando el impacto potencial en la adecuación de capital.
· Revisar las exposiciones crediticias y de contraparte, especialmente con instituciones financieras y otras que podrían verse afectadas por eventos recientes. Aún existe el riesgo de un mayor contagio, y los bancos deben estar preparados desde una perspectiva de gestión de riesgos para una evolución potencialmente rápida si los reguladores no logran calmar los mercados y los depositantes.
· Reconocer la importancia del balance general para resistir situaciones de tensión del mercado, reajustarse según sea necesario y gestionar de manera más efectiva el impacto de los ciclos económicos y las políticas monetarias.
· Revisar la financiación contingente y los planes de capital existentes para garantizar que las acciones sean apropiadas para las condiciones actuales del mercado.
Yorumlar