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Malka Mekler

Los robots de Elon Musk: entre la ilusión de la autonomía y la realidad del control humano

Los robots Optimus sorprendieron por su nivel de interacción con la audiencia en el último evento de Tesla, pero se reveló que estaban remotamente asistidos por humanos.


En la última presentación de novedades de Tesla, las expectativas sobre los avances en inteligencia artificial y robótica alcanzaron un nuevo nivel de entusiasmo. En un ambiente que mezclaba tecnología y espectáculo, los robots Optimus de la marca se presentaron como una de las principales atracciones, sorprendiendo a los asistentes con su capacidad para interactuar de manera fluida, realizar tareas como servir bebidas y responder a señales verbales. Sin embargo, lo que inicialmente pareció un paso decisivo hacia la autonomía robótica, pronto reveló una verdad más compleja.


Según Business Insider, a pesar de la sofisticación mostrada, algunos expertos presentes en el evento comenzaron a notar indicios de que los robots no eran tan independientes como se sugería. La rápida respuesta a comandos y la diversidad en las voces generaron sospechas, y pronto se confirmó que los robots Optimus no operaban completamente por sí mismos. Detrás de las escenas, ingenieros manejaban los robots utilizando técnicas de teleoperación, una tecnología que permite a los humanos controlar dispositivos robóticos a distancia.



Este tipo de intervención contradice la imagen de plena autonomía que muchos asistentes esperaban ver. Lo que se presentó como un despliegue avanzado de inteligencia artificial resultó ser, en parte, una coreografía cuidadosamente ejecutada con apoyo humano. La confirmación de que los robots dependían de comandos externos fue compartida por Robert Scoble y respaldada por comentarios del analista Adam Jonas, quien señaló que la tecnología detrás de Optimus aún está lejos de ser completamente autónoma.


Aunque los avances en inteligencia artificial han permitido a los robots realizar movimientos básicos y responder a ciertos estímulos, la capacidad de operar de manera completamente independiente sigue siendo un desafío. Dicha tecnología ha progresado, pero la creación de un robot humanoide que pueda pensar, reaccionar y comportarse como un ser humano sin intervención externa aún está en una fase experimental. A pesar del enfoque mediático en la presentación, el evento no dejó de exponer las limitaciones de la tecnología actual.


Este evento también pone en evidencia una constante en los desarrollos de Elon Musk y Tesla: la creación de grandes expectativas. Desde el anuncio inicial del robot Optimus, el público ha estado ansioso por ver un avance revolucionario. Sin embargo, como se observó en esta ocasión, la distancia entre la expectativa y la realidad tecnológica aún persiste. Incluso los errores en la pronunciación de términos técnicos por parte de los robots subrayaron la fragilidad de la inteligencia artificial en ciertas áreas.


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