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Marc Vidal: “Los robots nunca podrán surfear”

Alexéi Tellerías

Justo hace dos años en el foro de Davos se estableció este momento de la historia, planteando que el hilo conductor de este proceso fue internet.

El proceso de innovación que se vive en la actualidad es bastante exponencial, agrega. En los últimos ciento cincuenta años el mundo ha innovado mucho más que 150 mil, siendo más acelerado en los quince más reciente.

Tal avance logrará, por ejemplo, que en 2025 la capacidad computacional de un teléfono celular sea la misma de un cerebro. Y así, “para 2035 tendremos en el bolsillo de nuestra chaqueta 300 cerebros humanos”. Solo imaginarlo causa miedo, y no es para menos. “La tecnología asusta”

La cuarta revolución está vinculada a la automatización, el Big data y la inteligencia artificial. Sin embargo, como tuvo a bien recordar Vidal, todos los procesos de revolución tecnológica son vividos como crisis por los seres humanos.

Si bien internet ha sido la chispa que ha generado todo el cambio y la transformación derivada posteriormente, “el mayor error” es creer que hay un mismo internet desde su aparición. Desde la “internet técnica” en los noventa hasta el internet de las cosas, donde los objetos se conectan entre ellos, cada salto ha representado una forma distinta de implementar la red.

El futuro, agrega, será “la internet del todo” que, según sus cálculos, llegará en 2020 cuando se presente en el World Mobile Congress la tecnología 5G, que actualmente lleva 5 exámenes de los 21 que debe aprobar para su implementación definitiva. 5G representará una mayor velocidad de descarga, mayor cobertura y resultará en un estado de “alta frecuencia de conocimiento”.

En tal sentido, la automatización ha llevado a la humanidad a un lugar donde “todo lo que podía ser digitalizado se digitalizó” y todo lo que podía ser transformado en servicio se transformó.

Hay un miedo latente y es el de los robots o el avance de la inteligencia artificial redunde en pérdida de empleos. Frente a esto, Marc señala que la presencia de robots y de inteligencia predictiva hace al ser humano más eficiente y que los robots no quitarán empleo, sino más bien lo harán aquellos “que se lleven mejor con ellos que tú”.

La palabra clave para las empresas es transformación, sostuvo. “Hay que transformarse previamente para que la tecnología tenga un valor”. No es lo mismo transformación digital que digitalización.

Y hasta la cultura de la empresa tiene que cambiar hasta un punto que le permita cambiar las cosas más allá de “aquí siempre se ha hecho así”, entendiendo que existen nuevos clientes, y nuevos procesos que traen como consecuencia unos nuevos modelos de negocios. “El oro de esta cuarta revolución industrial son los datos”.

Como elementos fundamentales para la transformación citó la creatividad, imaginación, intuición, emoción, sensibilidad, ética, placer y deseo de mejorar, habilidades que son exclusivas del ser humano y que jamás podrán tener o hacer los robots “Por eso los robots nunca podrán hacer surf”.

Para el consultor en transformación digital hay dos formas de vivir esta transformación: “Mirarla desde lejos o ser protagonistas. La cuarta revolución trae un mundo mejor pero tenemos que saber cómo incorporarnos”.

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