Mientras las ventas del smartphone se desacelera, la apuesta por los servicios digitales impulsa el crecimiento de la compañía.
Apple ha demostrado que su negocio va mucho más allá del iPhone. Aunque las ventas de su icónico smartphone han mostrado signos de desaceleración, su división de servicios sigue en ascenso. En el último trimestre de 2024, la compañía reportó ingresos récord de 26.300 millones de dólares en esta unidad, lo que representa un crecimiento del 14% interanual. En total, el negocio de servicios generó casi 100.000 millones de dólares en el último año fiscal, consolidándose como una de las fuentes de ingresos más robustas para la empresa.
Este crecimiento ha sido impulsado por una base de más de 1.000 millones de suscripciones activas, incluyendo las suscripciones propias de Apple, como iCloud, Apple Music, Apple TV+ y Arcade, así como aquellas gestionadas a través de la App Store.
El crecimiento de Apple en este segmento no es casualidad. La compañía ha ampliado continuamente su portafolio de servicios para retener a los usuarios dentro de su ecosistema digital. Apple Arcade, su plataforma de videojuegos por suscripción, sigue expandiendo su catálogo, mientras que Fitness+ añade constantemente nuevos programas de entrenamiento.
Otro factor clave ha sido la expansión de funcionalidades como Tap to Pay para iPhone, que permite a los comercios aceptar pagos directamente desde el teléfono sin necesidad de hardware adicional. Actualmente, esta función ya está disponible en 20 mercados.
Este enfoque ha fortalecido la fidelidad del usuario y ha convertido a los servicios en una fuente recurrente de ingresos, reduciendo la dependencia de las ventas de hardware.
A pesar del éxito en su negocio de servicios, Apple sigue enfrentando desafíos regulatorios y legales en torno a su modelo de negocio. Durante la última llamada con inversionistas, la compañía evitó responder directamente sobre el impacto que podrían tener nuevas regulaciones en sus ingresos por suscripciones.
En los últimos años, Apple ha tenido que defenderse de diversas demandas antimonopolio, tanto en Estados Unidos como en otros mercados. El debate gira en torno a la comisión que la empresa cobra a los desarrolladores por las transacciones dentro de la App Store.
Uno de los casos más emblemáticos fue el litigio con Epic Games, la empresa detrás de Fortnite. Aunque la Corte Suprema de EE.UU. dejó en firme un fallo que determinó que Apple no es un monopolio, sí obligó a la empresa a permitir que los desarrolladores redirijan a los usuarios a métodos de pago externos desde sus
aplicaciones.
Si bien esta decisión fue favorable en su mayoría para Apple, la victoria parcial de Epic contra Google ha motivado a otros desarrolladores a explorar posibles demandas, lo que podría abrir un nuevo capítulo en la batalla por la distribución de aplicaciones.
El impresionante desempeño de la división de servicios confirma un cambio en la estrategia de Apple: su crecimiento futuro dependerá menos de la venta de hardware y más de la monetización de su ecosistema digital.
Con una base de usuarios altamente comprometida, un flujo constante de ingresos por suscripciones y la continua expansión de su oferta de servicios, Apple está trazando el camino hacia un modelo de negocio cada vez más enfocado en la rentabilidad a largo plazo. Sin embargo, la presión regulatoria y los desafíos legales serán factores clave a observar en los próximos años.