Autoridades de EE.UU. alertan sobre la peligrosa expansión de esta amenaza en el Caribe insular.
Expertos en ciberseguridad han lanzado una alerta sobre el preocupante aumento de ataques del ransomware Medusa, un programa malicioso activo desde 2021 que ha cobrado mayor relevancia por sus recientes ataques a múltiples sectores críticos.
El FBI y la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura de Estados Unidos (CISA, por sus siglas en inglés) advirtieron que Medusa emplea principalmente campañas de phishing para comprometer los métodos de identificación y acceso de sus víctimas. Este tipo de ransomware representa una amenaza particular para Puerto Rico y otras islas del Caribe, regiones que podrían verse seriamente afectadas debido a la vulnerabilidad de sus infraestructuras tecnológicas y la creciente digitalización de sus sectores productivos.
Medusa opera bajo el modelo "ransomware como servicio", utilizando una técnica de doble extorsión. Tras cifrar los datos sensibles, los ciberdelincuentes amenazan con publicar la información robada si no se paga un rescate en criptomonedas. Además, los afectados enfrentan una presión adicional con un contador regresivo público que exhibe el tiempo restante antes de que los datos sean liberados en la web oscura.
Esta modalidad también permite a los delincuentes ofrecer a terceros interesados la compra anticipada de la información sustraída, aumentando significativamente el riesgo y la presión sobre las víctimas. De acuerdo con datos oficiales, desde febrero Medusa ha afectado a más de 300 víctimas pertenecientes a sectores sensibles como salud, educación, seguros y tecnología.
Las autoridades recomiendan intensificar las medidas de protección, incluyendo actualizaciones constantes de software y sistemas operativos, la utilización obligatoria de autenticación multifactor para servicios críticos y la adopción de contraseñas robustas que no sean cambiadas con demasiada frecuencia, para evitar comprometer la seguridad digital.
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