La acusación ante la Comisión Europea subraya las limitaciones que impone Microsoft a las empresas que intentan migrar sus servicios fuera de Azure.
Google presentó una denuncia formal contra Microsoft ante la Comisión Europea, señalando prácticas anticompetitivas relacionadas con la computación en la nube. De acuerdo con Business Insider, el reclamo se centra en las restricciones que Microsoft impone a sus clientes a través de su plataforma Azure, afectando la capacidad de las empresas europeas para elegir libremente sus proveedores de servicios en la nube.
La denuncia detalla cómo Microsoft, a través de su servicio Windows Server, limita la posibilidad de que los clientes migren sus cargas de trabajo a plataformas de la competencia. Google argumenta que estas restricciones, implementadas en 2019, incrementan los costos para los usuarios, llegando en algunos casos a elevar los precios hasta cinco veces más cuando optan por alternativas a Azure, como Google Cloud o AWS. Estas tácticas, según Google, no solo afectan a las empresas privadas, sino también a los gobiernos europeos, incrementando sus costos operativos y exponiéndolos a riesgos de seguridad.
Google argumenta que Microsoft es el único proveedor de servicios en la nube que adopta este tipo de enfoques, lo que ha tenido un impacto considerable en el mercado europeo de la nube, frenando la competencia y sofocando la innovación. Un estudio del economista Frédéric Jenny, citado por Google, subraya que estas restricciones han generado "costes ocultos" que incluyen un aumento en los gastos de los contribuyentes y una ralentización en la transformación digital.
El comunicado también señala que Google promueve un enfoque diferente, apostando por un modelo multicloud que permite a los clientes ejecutar sus cargas de trabajo en diferentes nubes, sin penalizaciones ni barreras de salida. Además, Google introdujo soluciones que buscan fortalecer la soberanía digital de los gobiernos europeos, ofreciendo a sus clientes mayor flexibilidad y seguridad.
La denuncia ante la Comisión Europea busca fomentar un debate más amplio sobre cómo asegurar que el mercado de la nube en Europa permanezca abierto y competitivo, permitiendo que tanto empresas como gobiernos se beneficien de un entorno más diverso y seguro en el ámbito de la computación en la nube.
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