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Malka Mekler

Nubes al rescate: ¿puede el blanqueamiento marino enfriar nuestro planeta?

La tecnología se basa en el efecto Twomey, donde un gran número de gotas pequeñas refleja más luz solar que un pequeño número de gotas grandes.



En una carrera contra el reloj para contrarrestar el calentamiento global, un grupo de científicos de la Universidad de Washington encabezados por Robert Wood y Sarah Doherty, respaldados por figuras como Bill Gates, llevan a cabo una serie de pruebas en San Francisco, Estados Unidos. De acuerdo con Infobae, estas pruebas tienen como objetivo evaluar la viabilidad de aumentar el blanqueamiento de las nubes marinas como una tecnología para combatir el cambio climático.


El blanqueamiento de nubes es una técnica de modificación del clima que busca incrementar la reflexión de la luz solar en las nubes, lo que a su vez reduce la temperatura en la superficie terrestre. Este método se enfoca principalmente en las nubes estrato, que son bajas y densas.


Consiste en dispersar partículas de sal marina o sustancias similares en la atmósfera, actuando como núcleos de condensación para las gotas de agua. Esto provoca que las nubes se vuelvan más brillantes y, por lo tanto, reflejen más radiación solar hacia el espacio. Este enfoque busca emular efectos naturales observados, como el brillo aumentado de las nubes debido a las emisiones de aerosoles de los barcos, conocido como “caminos de barcos”.


En un contexto donde el cambio climático sigue avanzando con emisiones de carbono en aumento y temperaturas globales alcanzando máximos históricos, la comunidad científica explora alternativas radicales como esta, bajo el criterio de entender su funcionamiento, aunque se reconoce que estas técnicas son consideradas un plan de respaldo y no una solución principal al cambio climático.


Según señaló Sarah Doherty al New York Times, la estrategia principal para abordar el cambio climático sigue siendo la reducción en la quema de combustibles fósiles, un punto en el que tanto investigadores como activistas ambientales están de acuerdo. Sin embargo, el impulso para buscar más alternativas se intensifica con cada nuevo récord de cambio climático, temperaturas récord y olas de calor.



La filosofía detrás de la modificación del clima no está exenta de controversias. Expertos y organizaciones ambientales han expresado su preocupación por los potenciales efectos secundarios de estas intervenciones en los patrones climáticos y ecosistemas, argumentando que representan una distracción frente a las acciones necesarias para abordar las raíces del problema climático.


A pesar de las controversias, la tecnología para el blanqueamiento de nubes marinas ha evolucionado desde su concepción en 1990 por el físico británico John Latham, inspirado por una pregunta de su hijo sobre las nubes. Las partículas de sal marina empleadas se basan en el efecto Twomey, donde un gran número de gotas pequeñas refleja más luz solar que un pequeño número de gotas grandes.


El apoyo financiero para estas investigaciones ha aumentado, impulsado por la creciente preocupación ante temperaturas récord y fenómenos climáticos extremos. Sin embargo, los investigadores estiman que se necesitará al menos una década más de pruebas antes de considerar el uso de estas tecnologías a una escala que realmente contribuya a enfriar el planeta.


La experimentación con esta tecnología en Estados Unidos representa un esfuerzo por encontrar soluciones alternativas ante el avance inexorable del calentamiento global. Aunque el gobierno estadounidense se ha distanciado de este estudio en particular, la inversión en investigación sobre diversas técnicas de intervención climática indica un interés creciente tanto de las autoridades como de la comunidad científica internacional.


Los resultados de estas pruebas son esperados con gran expectativa, con la esperanza de que contribuyan a un mayor entendimiento de cómo las técnicas de intervención climática pueden interactuar con el medio ambiente de manera segura y efectiva.


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