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"Pensar que puedes decirles a tus empleados que la IA nada va a cambiar y que todo va a estar bien, es una estupidez"

El multimillonario Jim Kavanaugh, CEO de World Wide Technology (WWT), ha sido claro: los líderes no pueden engañar a sus trabajadores sobre el impacto que tendrá esta tecnología. “Tratar de apagar este fuego, ignorarlo, es un error completo”, dijo.

Los líderes empresariales no deben engañar a sus empleados sobre cómo la inteligencia artificial (IA) transformará el panorama laboral. Aunque la tecnología cambiará muchos aspectos del trabajo, también abrirá nuevas oportunidades, según Jim Kavanaugh, CEO de World Wide Technology.


En un entorno donde la inteligencia artificial (IA) está acelerando la transformación digital de las empresas, Jim Kavanaugh, CEO de World Wide Technology (WWT), ha sido claro: los líderes no pueden engañar a sus empleados sobre el impacto que tendrá esta tecnología. Según Kavanaugh, “si creen que van a intentar manipular esto y que van a decirles a los empleados que nada va a cambiar y que todo va a estar bien, es una estupidez”. En una reciente entrevista con CNBC, el empresario subrayó la importancia de la honestidad y la transparencia, destacando que la IA modificará profundamente la forma en que trabajamos, y en muchos casos, los puestos de trabajo que hoy conocemos.


WWT, una empresa global de soluciones tecnológicas que ofrece servicios como computación en la nube, seguridad IT, análisis de datos y consultoría en inteligencia artificial, se encuentra en la primera línea de esta revolución tecnológica. “Si piensas que vas a jugar con esto y decir que todo seguirá igual, estás mintiendo”, dijo Kavanaugh, quien enfatizó que los empleados son lo suficientemente inteligentes como para saber que la IA traerá cambios significativos.


Uno de los puntos clave que resaltó el CEO es que, aunque no existe un manual claro para gestionar eventos disruptivos como lo fue la pandemia del Covid-19, los líderes deben ser transparentes y sinceros sobre lo que se avecina. La IA, afirma, está en esa misma categoría de disrupción, y aunque nadie puede predecir con exactitud cómo afectará a cada industria, no cabe duda de que habrá una transformación en el mercado laboral.


En este sentido, Kavanaugh aboga por un enfoque proactivo: “Si puedo dar algún consejo, es que todos deberían convertirse en estudiantes de la IA y la tecnología, y no tenerles miedo”. A pesar de que muchas voces apuntan a que la IA eliminará empleos, Kavanaugh mantiene una visión optimista. Para él, la IA es un “acelerador” que mejorará la productividad, aunque reconoce que habrá empleos que se verán afectados.


El temor a que la IA cause una gran destrucción de empleos no es nuevo. Un informe de Goldman Sachs publicado en 2023 estimó que hasta 300 millones de empleos podrían automatizarse gracias a la inteligencia artificial generativa. Sin embargo, también se ha destacado que la IA tiene el potencial de crear nuevas posiciones que, hasta ahora, no hemos imaginado.


Clara Shih, directora de IA en Salesforce, comparte esta perspectiva. “El internet destruyó muchos trabajos, pero también creó nuevos que no podíamos haber previsto en 1999”, explicó Shih. En su opinión, aunque algunos empleos desaparecerán, la mayoría de los trabajos no se extinguirán, sino que requerirán una redefinición de las descripciones laborales.


Empresas como Klarna, una fintech sueca, ya han comenzado a reducir su fuerza laboral gracias a la IA. En solo un año, la compañía redujo su plantilla de 5.000 a 3.800 empleados, y planea disminuir aún más su personal mediante el uso de IA para 2025. Esta estrategia, aunque económicamente eficiente, plantea preguntas sobre el futuro del trabajo y cómo las empresas equilibrarán la eficiencia tecnológica con la creación de empleo.


La clave, según Kavanaugh, no es resistirse al cambio, sino aceptarlo con realismo. “Tratar de apagar este fuego, ignorarlo, es un error completo”, afirmó. Los líderes empresariales tienen la responsabilidad de guiar a sus equipos a través de esta transición tecnológica, fomentando el aprendizaje continuo y la adaptación a nuevas herramientas.


En última instancia, la IA no debe verse como un enemigo del empleo, sino como una herramienta poderosa que, bien implementada, puede mejorar tanto la eficiencia como las oportunidades en el mercado laboral.


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