La herramienta de inteligencia artificial de xAI opera con menos restricciones que sus competidores y está recopilando automáticamente gran parte de los datos que los usuarios publican en la red social.
En 2015, Elon Musk y Sam Altman cofundaron OpenAI con la visión de desarrollar tecnología de IA para el beneficio de la humanidad, alejándose de los modelos controlados por grandes corporaciones. Sin embargo, con el tiempo, esta alianza se rompió, y Musk lanzó su propio competidor, Grok AI, bajo su nueva empresa xAI.
De acuerdo con Wired, Grok AI es un asistente de búsqueda que se diferencia de otros sistemas de IA por su enfoque más abierto y menos regulado. Mientras que otros competidores, como OpenAI y Anthropic, han implementado barreras para controlar el sesgo y las alucinaciones, la herramienta de Musk fue diseñada con menos restricciones, lo que ha generado preocupaciones sobre su tendencia a perpetuar desinformación y contenido sesgado.
Uno de los aspectos más críticos de la misma es su integración profunda con la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, que utiliza los datos de los usuarios para personalizar noticias y publicaciones. Esta integración plantea serios problemas de privacidad, ya que los usuarios están automáticamente inscritos para compartir sus datos con Grok, incluso si no utilizan el asistente de IA. Además, se ha reportado que los mensajes de los usuarios se están utilizando para entrenar a la herramienta, lo que ha provocado reacciones adversas por parte de los reguladores europeos.
Grok también ha sido objeto de escrutinio por sus capacidades de generación de imágenes, que permiten a los usuarios crear representaciones potencialmente peligrosas, como fue el caso con imágenes de figuras políticas. A pesar de estos problemas, la herramienta sigue disponible en fase beta para los suscriptores Premium+ de X, lo que demuestra su enfoque audaz en el desarrollo de la inteligencia artificial.
La protección de datos de los usuarios es una preocupación central con Grok. Aunque xAI asegura que los usuarios pueden optar por no compartir sus datos, la política predeterminada es que la información de los usuarios se recopile y utilice para entrenar al modelo. Esto ha generado tensiones con la Unión Europea, que exige consentimiento explícito para el uso de datos personales, lo que llevó a que se suspenda temporalmente la formación de usuarios europeos. Sin embargo, en Estados Unidos, donde la regulación es menos estricta, las preocupaciones persisten.
Para los usuarios que deseen proteger su información, xAI ofrece la posibilidad de desactivar la opción de compartir datos para el entrenamiento de Grok. Esto se puede hacer desde la configuración de privacidad de X, permitiendo a los usuarios limitar el acceso de Grok a sus publicaciones e interacciones.
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