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Realidad virtual y aumentada: la promesa de la IA

Por: Andrea Gentil

La inteligencia artificial (IA) es la tecnología que busca dotar a las máquinas de una capacidad de pensar similar a la que posee un ser humano. A la fecha, los equipos y soluciones diseñados no han logrado que las máquinas sean iguales a las mentes de las personas, aunque sí que puedan realizar y automatizar funciones que facilitan y mejoran la experiencia de los usuarios con diversos tipos de dispositivos. Un ejemplo cotidiano: los smartphones.

Cada vez más, los fabricantes buscan que los chipsets incorporen inteligencia artificial para sumar funciones de una manera rápida, segura y eficiente a los equipos. Esto ya no sólo para la gama premium, sino también para aquellos equipos que integran la gama media, ya que los usuarios lo esperan y lo piden. Es por eso que, según un informe reciente elaborado por la consultora Gartner, hasta un 80% de los smartphones estarán dotados de inteligencia artificial para el año 2022.

Cabe recordar que, en un primer momento, las funciones de AI se asignaban a la GPU (unidad de procesamiento gráfico) y a la CPU (unidad de procesamiento central) del smartphone. Pero como estos procesadores no estaban diseñados para este tipo de tareas cumplían con un desempeño poco eficiente. Esa fue una de las razones por la cual un fabricante como MediaTek decidió integrar en su chipset un procesador dedicado a las funciones de inteligencia artificial al que denominó AI Processing Unit (Unidad de procesamiento de AI, o APU). Una de las ventajas más valiosas que esta mejora genera para el usuario es que ahorra hasta un 95% de energía al equipo, en comparación a cuando se usa la CPU para procesos de inteligencia artificial.


¿Qué funciones tenemos actualmente gracias a la AI? Un buen ejemplo es el reconocimiento facial (que permite tanto bloquear el equipo como enfocar mejor al momento de tomar una foto), el efecto Bokeh (término que proviene del japonés y significa, literalmente, desenfoque), el embellecimiento facial y la obtención de una mejor eficiencia en el rendimiento de la energía al momento de, por ejemplo, hacer un live streaming. Otras funcionalidades que habilita la IA son los asistentes de voz, el seguimiento de un objeto enfocado al momento de tomar una foto o video y la reducción de ruido en las imágenes con poca luz al tomar fotos.

Sin embargo, la revolución tecnológica de la IA no descansa. A paso firme, están aumentando las aplicaciones de realidad virtual, de realidad aumentada y los sistemas de reconocimiento facial avanzado como los avatares. Para satisfacer esa demanda, es preciso diseñar y fabricar nuevos chips. En ese sentido, el Helio P90 de MediaTek ofrece cuatro veces el rendimiento en aplicaciones basadas en IA con respecto a los chips Helio anteriores.

Una de las mayores novedades de este chip es APU 2.0, un conjunto de instrucciones y algoritmos que permite liberar al procesador principal de tareas de cálculo cuando están relacionadas con la inteligencia artificial. Un ejemplo es el escaneo facial, o la detección de personas y de movimientos concretos. Cabe destacar que estas mejoras también aplicarán a las fotografías, que se verán mejoradas con un enfoque más rápido, reducción de ruido y serán analizadas por la inteligencia artificial para ofrecer el mejor resultado posible.

A nivel general, lo más prometedor de la IA de los teléfonos inteligentes a futuro es que ella es capaz de aprender del usuario cada vez con mayor precisión a medida que interactúa con él. Es así que a través de los sensores del smartphone y los datos almacenados en él, los sistemas de IA podrán hacerse una idea de lo que los usuarios quieren, cómo lo quieren y cuándo lo quieren. Y también podrán identificarlos: una combinación entre biometría, e inteligencia artificial capaz de analizar e identificar los patrones y el comportamiento de los usuarios, podría convertirse en el nuevo sistema de autenticación perfecto.

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