En Estados Unidos, tres startups presentaron su solicitud para cotizar en bolsa, cortando así una sequía de casi dos años sin llegada de empresas respaldadas por capital de riesgo al mercado bursátil.
El mundo de las inversiones tecnológicas estaría experimentando un resurgimiento con la reaparición de las IPOs (Ofertas Públicas Iniciales). En la última semana en Estados Unidos, Instacart y Klaviyo presentaron su solicitud para cotizar en bolsa, siguiendo los pasos de Arm, que presentó su oferta días antes.
Las iniciativas representan el fin de un período de 20 meses sin la llegada de empresas respaldadas por capital de riesgo al mercado bursátil estadounidense. Durante este tiempo, el Valle del Silicio ha estado lleno de especulaciones sobre cuál sería la empresa que rompería esta sequía.
Finalmente, el pasado viernes, la startup de entrega de comestibles Instacart y la compañía de automatización de datos y marketing Klaviyo presentaron sus solicitudes para debutar en el mercado de valores.
A comienzos de la misma semana, el diseñador de chips Arm, propiedad de la japonesa SoftBank, anunció sus planes de cotizar en el Nasdaq, marcando su regreso al mercado de valores después de haber sido adquirida en una transacción de US$32.000 millones hace siete años.
Dependiendo de su rendimiento inicial, estas ofertas podrían inspirar a otras empresas a lanzarse al mercado en el cuarto trimestre del año. "Los equipos de otras compañías observarán la recepción que tengan estas ofertas y esto podría motivar a algunos de esos equipos de gestión a dejar de esperar en el pasado y simplemente decidirse a hacerlo", comentó Lise Buyer, fundadora de Class V Group, una consultora especializada en IPOs, a CNBC.
Cuando Buyer menciona "en el pasado", se refiere a las valoraciones que las tecnológicas lograban en 2020 y 2021, cuando marcaron récords. Por ejemplo, Snowflake, una firma de software que debutó a finales de 2020, vio que su múltiplo precio-ventas se disparó a alrededor de 50, pero actualmente cotiza a menos de 17 veces sus ingresos. Por otra parte, la compañía de entrega de alimentos DoorDash ha visto cómo su acción ha caído en más de dos tercios desde su punto máximo en 2021, a pesar de que los ingresos han crecido más del 60% desde entonces. "El regreso a la época de 2021 no está en el horizonte cercano", subrayó Buyer.
Instacart, respaldada por firmas de capital de riesgo como Sequoia y Andreessen Horowitz, ha tenido que enfrentar un recorte significativo en su valoración previo a su IPO. Después de recaudar fondos privados a una valoración de US$39.000 millones a principios de 2021, la compañía redujo esa cifra a US$24.000 millones en marzo del año pasado, cuando las acciones tecnológicas cayeron y el crecimiento se desaceleró drásticamente en un mundo post-Covid. Se informa que la valoración cayó otro 50% a finales de 2022.
Klaviyo, por otro lado, fue valorada en US$9.500 millones en una ronda de financiación en 2021, sin haber tenido que recortar su valoración, según los datos de Pitchbook y reportes públicos. Fundada en 2012, Klaviyo ayuda a sus clientes a almacenar datos de usuarios y crear perfiles que permiten realizar marketing dirigido a través de correo electrónico, mensajes de texto y otros canales. Sus ingresos en el segundo trimestre aumentaron un 50% hasta alcanzar los US$164,6 millones. Durante este período, la empresa pasó de tener una pérdida cercana a los US$12 millones a lograr una ganancia de US$10,9 millones, según un informe de CNBC.
A medida que estas empresas se preparan para su debut en el mercado, el mundo tecnológico observa con gran interés. Las IPOs de Instacart, Klaviyo y Arm darán una idea del nivel de apetito de los inversores por nuevas oportunidades tecnológicas. Dependiendo de su desempeño inicial, estas ofertas podrían influir en la decisión de otras empresas tecnológicas de seguir adelante y lanzar sus propias IPOs en el último trimestre del año.
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