CIO
Surge el temor de que los robots suplanten a los humanos en las áreas laborales, atizado por la confluencia de la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y otras tecnologías que agilizan las tareas rutinarias realizadas tradicionalmente por personas.
La realidad es que el reemplazo de puestos de trabajo ocurrirá de manera más gradual de lo que sugieren los encabezados de los medios de comunicación, y eventualmente la IA creará más empleos de los que eliminará.
“Trato de dar un paso atrás y esperar el boomerang porque siempre habrá uno. Una vez que se va demasiado a un lado, la gente se despierta y se da cuenta de que “oye, tal vez no sea tan malo”, dijo Craig Roth, analista de Gartner.
No se equivoque, la IA y la robótica tendrán un profundo impacto en el mercado de trabajo a largo plazo. De 39 a 73 millones de puestos serán usurpados por la automatización, según una investigación del McKinsey Global Institute, lanzada en noviembre.
Sin embargo, la consultora también indicó que los trabajadores realizarán nuevas tareas o volverán a capacitarse a medida que las labores se automaticen, lo que generará millones de nuevos puestos de trabajo. Gartner estimó que para el año 2020 la IA creará más empleos de los que eliminará, de 2,3 millones a 1,8 millones.
Para el año 2025, la creación de plazas relacionadas con la IA superará los 2 millones de vacantes netas nuevas, incluidos nuevos puestos de alta calificación, administración e incluso de nivel básico y poco calificado.
Tales estadísticas contradicen el pánico inducido por los encabezados de que millones de cargos se evaporarán. Una razón para esto es que los individuos tienden a confundir la automatización del trabajo con la automatización de ciertas tareas, que es una instantánea mucho más precisa del clima corporativo actual.
En otras palabras, los robots y otras máquinas no reemplazan directamente a los individuos, sino que comparten la carga laboral.
Robots y humanos haciendo pizza juntos
Tome como ejemplo un negocio de pizza que emplea máquinas para trabajar junto al personal. Tal vez los robots realizan aproximadamente 10 de las 20 tareas que se necesitan para construir, hornear y entregar un pedido. De hecho, tal comercio ya existe en Zume Pizza, Mountain View, California.
Los funcionarios preparan y dividen la masa de pizza, la colocan en una prensa de masa y luego en una línea de ensamblaje en movimiento. Cuando llegan las solicitudes, un robot aplica la salsa y otro la extiende antes de entregárselo a un humano para suavizar las imperfecciones, explicó Josh Goldberg, CTO de Zume.
El trabajador humano luego agrega queso y el resto de los ingredientes, lo que requiere habilidades motoras delicadas, algo que las máquinas son, por ahora, incapaces de hacer.
Otro robot toma la masa terminada y la coloca en un horno de cocción, que calienta la pizza a 800 grados para matar la levadura activa en la masa antes de transferirla a los camiones. Más allá de salvar al personal de las quemaduras, la propuesta de valor de Zume es fresca, ingredientes que salen de la granja directamente al horno y rapidez.
La compañía está utilizando camiones equipados con tecnología de “horneado en el camino” que comienzan a cocinar las pizzas poco después de haberlas pedido; con un tiempo promedio de entrega de alrededor de 22 minutos.
La empresa usa la utilidad de visión por ordenador y óptica para informar a la base de automatización de los robots, que están hechos por ABB, y ha desarrollado herramientas personalizadas para permitir las operaciones manuales de la máquina.
¿Qué significa el futuro de la IA para el trabajo?
Se puede pensar que la IA, los autómatas e incluso la automatización robótica de procesos (RPA) otorgan a los usuarios ciertos “súper poderes” que les permiten realizar más tareas en menos tiempo. Gartner llamó a esto “aumento de la IA” y sugirió que uno de cada cinco trabajadores dedicados mayormente a tareas que no son de rutina dependerá de la IA para realizar su trabajo en el año 2022.
La creciente aplicación de la tecnología de IA para mecanizar labores también significa que los líderes de información tecnológica deben tener en cuenta cuáles empleos se perderán, qué trabajos se crearán y cómo el personal colaborará y realizará sus deberes.
Los CIO pueden tener que volver a capacitar a los empleados y reposicionarlos en otros servicios que brinden mayor valor a los clientes, aseguró Roth. Por último, estos profesionales deben preparar a sus organizaciones para un auge de la automatización que genere cambios significativos, aunque difíciles de cuantificar.
Para ese fin, Roth aconsejó:
Evite la exageración: No se distraiga con las brillantes nuevas tecnologías de la IA o los aterradores titulares que dicen que los robots se apoderarán del mundo.
Tenga cuidado con lo que dice: Cuando esté hablando de las capacidades de automatización de una determinada tecnología, no enfatice que esta podría reducir el número de empleados. Mantener un enfoque sobrio y discreto es crucial en las conversaciones con los funcionarios. No necesita incitar pánico.
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Mantenga los impactos sociales fuera de la ecuación: Considere cómo la IA y otras capacidades pueden fortalecer el negocio e impulsar una ventaja competitiva, pero no se preocupe por el impacto social que estas tecnologías presagian. Descubrir cuáles son las decisiones tecnológicas correctas para el negocio ya es lo suficientemente difícil como para caer en un dilema moral. Eso es para que los académicos se preocupen.
Acérquese a la IA suavemente: Dado su potencial disruptivo, no se apresure en adoptar la IA y la automatización. Evite el problema de la “IA nuclear”. Otra razón para proceder con precaución es la posibilidad de que algo salga mal, lo que lleva a un desastre de relaciones públicas que hace que los mercados de la IA y la mecanización retrocedan años.
Por ejemplo, Microsoft no hizo ningún favor al sector del software de la IA cuando su chatbot Tay desató comentarios racistas, sexistas, y otros incendiarios, en las redes sociales.
Un posible escenario: ¿Qué pasa si un auto de reparto autónomo operado por Zume Pizza se mete en un grave accidente automovilístico? “Existe el riesgo de que algunos empleadores tomen decisiones estúpidas acerca de la IA que podrían causar una reacción violenta. Hay demasiadas oportunidades para que eso suceda”, comentó Roth.
En conclusión, “si (los CIO) pueden traer (la IA y la automatización) de forma lenta y humanística con el tiempo, eso hará mucho más por la sociedad que tratar de resolver el desafío a nivel social. Y si un CEO o CIO pudiera convencer a sus colegas de hacer lo mismo, eso tendrá un mayor impacto”, enfatizó Roth.
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