Para inicios de 2023, más del 60% de las compañías en la región utilizan o planean usar al menos dos o tres proveedores de infraestructura en la nube.
La seguridad de las aplicaciones en la nube es un aspecto crucial en el mundo digital actual. A medida que más empresas optan por adoptar y trasladar sus operaciones al entorno cloud, la protección de las aplicaciones nativas de la nube se está convirtiendo en un ámbito sumamente dinámico. Tanto grandes como pequeñas compañías están realizando inversiones importantes y creando productos y soluciones para abordar las vulnerabilidades de seguridad.
A continuación, compartimos siete claves fundamentales que todo usuario de la nube debe tener en cuenta para mantener la seguridad de sus aplicaciones.
La primera clave es el monitoreo y descubrimiento continuo de los activos dentro del entorno protegido. Esto implica identificar y supervisar constantemente los dispositivos, aplicaciones y cargas de trabajo, tanto administrados como no administrados. Al tener un conocimiento exhaustivo de los activos presentes, es posible detectar cualquier actividad inusual o sospechosa.
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La segunda clave es la priorización y evaluación de los riesgos de seguridad. Es importante identificar los activos más críticos y evaluar los riesgos asociados a ellos. Esto permitirá asignar los recursos adecuados para fortalecer la seguridad de esos activos y garantizar una protección efectiva.
La tercera clave es realizar escaneos en busca de vulnerabilidades. Mediante el uso de herramientas de escaneo de seguridad, se pueden identificar las vulnerabilidades presentes en las aplicaciones y sistemas en la nube. Esto brinda la oportunidad de corregir los problemas de seguridad antes de que sean explotados por amenazas externas.
La cuarta clave es proporcionar soluciones para fortalecer el sistema. Esto implica implementar medidas de seguridad adicionales, como el uso de firewalls, sistemas de detección de intrusos y autenticación multifactor. Estas soluciones ayudan a proteger las aplicaciones y los datos almacenados en la nube.
La quinta clave es revelar cualquier incumplimiento. Si se detecta un incidente de seguridad o una brecha en la nube, es fundamental informar de inmediato a los responsables y tomar las medidas necesarias para remediar la situación. La transparencia y la prontitud en la respuesta son esenciales para limitar el impacto de cualquier incidente.
La sexta clave es la correcta implementación de políticas de seguridad. Esto implica establecer y hacer cumplir políticas sólidas de seguridad, como la gestión de contraseñas, la limitación de accesos y los protocolos de seguridad de la red. Al seguir buenas prácticas de seguridad, se reduce la superficie de ataque y se protege mejor el entorno en la nube.
La generación de informes es la última clave. Es importante mantener un registro detallado de los eventos y actividades relacionados con la seguridad en la nube. Esto facilita la revisión y el análisis posteriores, así como la identificación de posibles mejoras en las medidas de seguridad implementadas.
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