Aunque existen preocupaciones, Siegel no considera que se haya alcanzado ese punto. Sin embargo, también advierte sobre sobrevaloraciones y la importancia de encontrar el equilibrio entre el crecimiento y la rentabilidad a largo plazo.
Jeremy Siegel, profesor de Wharton y reconocido economista, mantiene un optimismo cauteloso sobre el crecimiento de las tecnologías impulsadas por la inteligencia artificial (IA), a pesar de las preocupaciones sobre una posible burbuja en el sector.
El auge de los chips de IA, impulsado por la creciente demanda de chatbots y unidades de procesamiento gráfico de alta potencia utilizadas para entrenar esas plataformas en supercomputadoras, ha llevado a los inversores a acumular acciones, generando ciertas inquietudes sobre una burbuja.
Siegel, profesor de finanzas en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, declaró en una entrevista con CNBC que aún no se puede considerar esto como una burbuja. Afirmó que ha recibido preguntas sobre si esto podría repetir la experiencia de las puntocom de finales de la década de 1990.
El economista David Rosenberg, conocido por sus puntos de vista contrarios, había predicho que el actual auge de la IA podría colapsar de manera similar a como sucedió con las acciones de las puntocom a fines los años 90. En aquel entonces, la burbuja estalló debido a la falta de capital después de una adopción masiva de Internet y una proliferación de inversiones de riesgo en empresas emergentes que carecían de un historial exitoso.
Siegel comentó: "Inicialmente, hubo un entusiasmo por la IA, y Nvidia lo respaldó con ganancias asombrosas. Eso es un impulso adicional". Las acciones de Nvidia subieron un 24% el jueves pasado después de que la empresa informara resultados mejores de lo esperado en el último trimestre, alcanzando así un máximo histórico gracias a la creciente demanda de sus chips utilizados en IA. Esta subida llevó la capitalización de mercado del fabricante de chips a casi un billón de dólares.
Siegel subrayó que las acciones de gran capitalización, tanto tecnológicas como de otros sectores, no tienen que preocuparse por las condiciones crediticias. Si bien las tasas de interés pueden ser un factor importante, las condiciones crediticias afectarán principalmente a las empresas más pequeñas y medianas.
En resumen, Siegel mantiene una visión optimista sobre el crecimiento de las tecnologías impulsadas por la IA. Aunque existen preocupaciones sobre una posible burbuja, Siegel no considera que se haya alcanzado ese punto y destaca el impulso positivo que ha brindado a las acciones de empresas como Nvidia. Sin embargo, también advierte sobre posibles sobrevaloraciones y la importancia de encontrar el equilibrio entre el crecimiento y la rentabilidad a largo plazo. En general, Siegel ve a la IA como un motor clave en la economía moderna y como un factor que impulsa el mercado de valores.
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