Vertiv destaca las innovaciones necesarias para gestionar la densificación de racks y el aumento de cargas de trabajo informáticas impulsadas por IA.
La Inteligencia Artificial continúa redefiniendo la industria de centros de datos, una tendencia que Vertiv, un proveedor mundial de soluciones de continuidad e infraestructura digital crítica, proyecta que se intensificará hacia 2025.
Los expertos de Vertiv anticipan una mayor innovación y una integración más profunda en la industria para respaldar la computación de alta densidad y el incremento del escrutinio regulatorio sobre la IA, al tiempo que destacan la creciente importancia de la ciberseguridad y la sostenibilidad.
“Nuestros expertos identificaron acertadamente la proliferación de la IA y la necesidad de hacer una transición a estrategias más complejas de enfriamiento líquido y por aire como una de las tendencias para 2024 y se espera que la actividad en dicha línea se agilice y evolucione en 2025”, indicó Giordano Albertazzi, CEO de Vertiv. “La IA está llevando las densidades de los racks a kilovatios de tres y cuatro dígitos; por lo tanto, la necesidad de soluciones avanzadas y escalables para alimentar y enfriar estos racks, minimizar su impacto ambiental y empoderar a estas fábricas de IA emergentes nunca ha sido tan alta. Anticipamos un avance considerable en esta línea en 2025 y nuestros clientes así lo exigen”, agregó Albertazzi.
Las tendencias para 2025 con más probabilidades de surgir en la industria de centros de datos, de acuerdo con los expertos de la empresa, son las siguientes:
La infraestructura de alimentación y enfriamiento se innova para seguir el ritmo de la densificación informática: En 2025, el impacto de las cargas de trabajo con un uso intensivo de recursos informáticos se intensificará, y la industria gestionará el cambio repentino de diferentes maneras. La computación avanzada continuará con la transición de CPU a GPU para aprovechar la potencia informática en paralelo de esta última y el mayor punto de diseño térmico de los chips modernos. Esto pondrá más presión en los sistemas de alimentación y enfriamiento existentes, y llevará a los operadores de centros de datos hacia soluciones de enfriamiento por inmersión y de placa fría que eliminan el calor a nivel de los racks. Los centros de datos empresariales se verán afectados por esta tendencia a medida que el uso de la IA vaya más allá de los primeros proveedores de servicios de coubicaciones y nube.
Los racks necesitarán que los sistemas UPS, las baterías, el equipo de distribución eléctrica y los tableros eléctricos con mayores densidades de potencia manejen rápidamente cargas de IA que oscilen entre un 10 % en inactivo a un 150 % en sobrecarga.
Los sistemas de enfriamiento híbrido, con configuraciones de líquido a líquido, de líquido a aire y de líquido a refrigerante, evolucionarán en los modelos de gabinetes de montaje en rack, perimetrales y en fila que pueden implementarse en aplicaciones existentes/totalmente nuevas.
Los sistemas de enfriamiento líquido se emparejarán cada vez más con sus propios y exclusivos sistemas UPS de alta densidad para ofrecer una operación continua.
Los servidores se integrarán cada vez más con la infraestructura necesaria para soportarla, incluido el sistema de enfriamiento líquido de fábrica; esto mejorará la eficiencia de la fabricación y el montaje, agilizará la implementación, reducirá el espacio ocupado por el equipo y aumentará la eficiencia energética del sistema.
Los centros de datos darán prioridad a los desafíos de disponibilidad energética: Las sobrecargadas redes eléctricas y las exorbitantes necesidades de alimentación están cambiando la manera en la cual los centros de datos consumen energía. A nivel mundial, los centros de datos consumen en promedio 1-2 % del suministro eléctrico mundial, pero la IA aumentará dicho consumo y podría llevarlo al 3-4 % para 2030. Los aumentos esperados pueden generar demandas en la red eléctrica que muchas compañías de servicios públicos no son capaces de manejar. Esto atraerá la atención regulatoria de los gobiernos de todo el mundo (incluidas algunas posibles restricciones a la construcción de centros de datos y al consumo energético) y aumentará los costos y las emisiones de carbono que las organizaciones de centros de datos compiten por controlar. Estas presiones obligan a las organizaciones a dar prioridad a la eficiencia energética y la sostenibilidad incluso más de lo que lo han hecho en el pasado.
En 2024, estimamos una tendencia hacia alternativas energéticas e implementaciones de microrredes, mientras en que en 2025 veremos una aceleración de esta tendencia, con avances reales hacia la priorización y la búsqueda de soluciones energéticamente eficientes y alternativas de alimentación que sean nuevas en este campo. Las celdas de combustible y las composiciones químicas alternativas de las baterías se encuentran cada vez más disponibles para las opciones de alimentación de las microrredes. Múltiples compañías a largo plazo están desarrollando reactores modulares pequeños para centros de datos y otros grandes consumidores de energía, los cuales se espera que estén disponibles para finales de esta década. Los avances en esta línea merecen nuestra atención en 2025.
Los protagonistas de la industria colaboran para impulsar la implementación de fábricas de IA: El promedio de las densidades de racks ha aumentado de manera constante en los últimos años, pero para una industria que soportaba una densidad promedio de 8,2 kW en 2020, las predicciones de racks de fábricas de IA de 500 a 1000 kW o más representan una dificultad sin precedentes. Como resultado de los rápidos cambios, los desarrolladores de chips, los clientes, los fabricantes de infraestructura de alimentación y enfriamiento, los servicios públicos y otras partes interesadas de la industria formarán cada vez más asociaciones para desarrollar y apoyar hojas de ruta transparentes que faciliten la adopción de la IA. Esta colaboración incluye el desarrollo de herramientas que utilizan IA para agilizar la ingeniería y la fabricación de diseños estandarizados y personalizados. En los próximos años, los fabricantes de chips, los diseñadores de infraestructura y los clientes colaborarán cada vez más y avanzarán hacia la formación de asociaciones que permitan una verdadera integración de la infraestructura y la TI.
La IA vuelve la ciberseguridad más fuerte y simple: La frecuencia y la gravedad de los ataques de software malintencionados (ransomware) están fomentando un punto de vista nuevo y más amplio con respecto a los procesos de ciberseguridad y al papel que juega la comunidad de centros de datos en la prevención de dichos ataques. El año pasado, una tercera parte de estos ataques estuvo relacionada con alguna forma de ransomware o extorsión, y personas poco confiables se aprovechan de las herramientas de inteligencia artificial para intensificar sus ataques, lanzar una red más amplia e implementar enfoques más sofisticados. Cada vez más, los ataques comienzan con un hackeo de los sistemas de control, los dispositivos integrados o el hardware conectado y los sistemas de infraestructura soportados por IA, los cuales no siempre se encuentran diseñados para cumplir con los mismos requisitos de seguridad que otros componentes de la red. Sin la debida diligencia, incluso el centro de datos más sofisticado puede quedar inutilizado.
A medida que los ciberdelincuentes sigan aprovechando la IA para aumentar la frecuencia de los ataques, los expertos en ciberseguridad, los administradores de redes y los operadores de centros de datos deberán mantenerse al día por medio de desarrollar sus propias y sofisticadas tecnologías de seguridad de IA. Aunque los principios básicos y las buenas prácticas de defensa en profundidad y diligencia extrema siguen siendo los mismos, la naturaleza, la fuente y la frecuencia cambiantes de los ataques añaden ciertos matices a los esfuerzos modernos de ciberseguridad.
Los reguladores gubernamentales y de la industria hacen frente a las aplicaciones de IA y al consumo energético:
Aunque nuestro pronóstico para 2023 se centró en las regulaciones gubernamentales para el consumo energético, en 2025 prevemos que las regulaciones abordarán cada vez más el uso de la IA misma. Las entidades normativas y los gobiernos de todo el mundo se encuentran en una carrera por evaluar las implicaciones de la IA y desarrollar una buena gobernanza para su uso. La tendencia hacia la IA soberana (el control o la influencia de un país sobre el desarrollo, la implementación y la regulación de la IA y los marcos normativos destinados a gobernarla) es objeto de especial atención de la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea y de la Ley de Ciberseguridad (CSL) y el Marco de Gobernanza de Seguridad de la IA de China. Dinamarca inauguró recientemente su propia supercomputadora de IA soberana, y muchos otros países han iniciado sus propios proyectos de IA soberana y procesos legislativos para promover marcos aún más normativos, lo cual indica la trayectoria de la tendencia. Se necesita, inevitablemente, algún tipo de orientación y las restricciones son posibles o más que probables.
Los primeros pasos se centrarán en las aplicaciones de la tecnología, pero a medida que se intensifique el enfoque en el consumo de energía y agua y las emisiones de gases de efecto invernadero, las regulaciones podrían abarcar otros tipos de aplicaciones de IA y el consumo de recursos del centro de datos. En 2025, la gobernanza seguirá siendo local o regional en lugar de global, y la consistencia y la rigurosidad del cumplimiento normativo variarán considerablemente.
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