Un experimento realizado por investigadores de las universidades de Harvard y Warwick, junto con la consultora Boston Consulting Group (BCG), muestra el enorme impacto de la inteligencia artificial conversacional en la productividad y desempeño laboral.
El estudio involucró a 758 consultores profesionales de BCG, que fueron divididos aleatoriamente en grupos. Algunos pudieron acceder a ChatGPT-4, uno de los modelos de lenguaje más avanzados de la actualidad, mientras que a otros se les bloqueó su uso. A todos se les asignaron 18 tareas típicas del trabajo de consultoría estratégica, que incluían redactar propuestas creativas, realizar análisis cuantitativos, escribir contenidos de marketing y elaborar memorandos persuasivos para clientes.
Los consultores que utilizaron ChatGPT-4 completaron un 12,2% más de tareas en promedio, finalizaron las tareas un 25,1% más rápido y obtuvieron un 40% más de calidad en los entregables, de acuerdo a evaluaciones realizadas tanto por humanos como por IA.
Otro hallazgo clave es que la IA tendió a nivelar habilidades entre los consultores. Aquellos que inicialmente obtuvieron peores evaluaciones en las pruebas, tuvieron mejoras de productividad cercanas al 43% al usar ChatGPT-4. Mientras que los consultores top, si bien también se beneficiaron de la IA, tuvieron incrementos menores en sus métricas.
Sin embargo, el estudio también demostró que confiar ciegamente en la IA puede ser contraproducente. Los investigadores incluyeron una tarea adicional cuidadosamente diseñada para engañar a la IA. Sin ayuda de ChatGPT, los consultores obtuvieron un 84% de precisión, pero al incorporar la opinión del modelo de lenguaje, el desempeño cayó a sólo 60-70%, ya que muchos consultores priorizaron la respuesta de la IA por sobre su propio criterio.
Ante este escenario de una "frontera irregular" de capacidades en la IA, los autores recomiendan dos enfoques centrados en la colaboración humano-IA: convertirse en "Centauro", delimitando claramente las tareas realizadas por cada parte, o "Cyborg", con una integración más profunda y complementaria con la IA. Pero en ningún caso, dormirse en los laureles y delegar completamente el trabajo en la máquina.
Los nuevos y poderosos modelos de lenguaje como ChatGPT marcan un punto de inflexión en la manera en que los profesionales del conocimiento se desempeñarán en el futuro cercano. La tecnología está aquí para cambiar radicalmente la naturaleza del trabajo tal como lo conocemos. Depende de nosotros aprovechar responsablemente su enorme potencial para aumentar la productividad, creatividad y el significado de nuestro trabajo. Pero siempre manteniendo un ojo crítico frente a sus limitaciones.
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