Los sectores líderes en esta adopción son la manufactura, la agricultura, la logística y la energía, con un uso que está generando ahorros de hasta el 20% en costos operativos.
El Internet de las Cosas (IoT) está revolucionando la industria en Centroamérica, impulsando una transformación digital que promete mejorar la eficiencia, productividad y competitividad de las empresas. Al conectar dispositivos físicos a Internet, esta tecnología permite la recopilación de datos y la automatización de procesos, facilitando una gestión más inteligente y optimizada de los recursos.
La adopción de la misma en la industria centroamericana está en auge. Se estima que el mercado del IoT en la región alcanzará los US$2.500 millones para el año 2025, con más del 60% de las empresas ya utilizando o planeando utilizar soluciones IoT. Los sectores líderes en esta adopción son la manufactura, la agricultura, la logística y la energía, con un uso que está generando ahorros de hasta el 20% en costos operativos y se espera que cree más de 100.000 nuevos empleos en Centroamérica para el año 2025 .
Desafíos regulatorios en la implementación del IoT
La implementación IoT en la industria enfrenta varios desafíos regulatorios significativos. Marvin Jiménez Agüero, de la comisión de ciberseguridad del Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC), resalta que las normas y leyes suelen ir por detrás de los avances tecnológicos, y el IoT no es una excepción. La rápida expansión de estas tecnologías, impulsada por plataformas de nube pública y redes 5G, ha dejado a la normativa sin la coherencia necesaria en los estándares de servicios utilizados.
Uno de los principales desafíos es la interoperabilidad. Cada fabricante desarrolla sus dispositivos con sus propios estándares y definiciones de infraestructura, lo que dificulta la integración bajo una plataforma común. Esto limita la compatibilidad entre dispositivos IoT de diferentes proveedores, complicando la creación de un ecosistema cohesivo.
La gestión de dispositivos también presenta problemas. La diversidad de opciones de fabricantes e infraestructuras significa que cada uno define sus propios controles de administración, lo que complica la implementación de un sistema de gestión centralizado y eficiente. Esto puede resultar en dificultades para mantener una administración coherente y segura de múltiples dispositivos IoT.
Tomas de Camino Beck, director de la Escuela de Sistemas Inteligentes en la Universidad Cenfotec, añade que actualmente no...
Lea la nota completa en el número 162 de revista IT NOW
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